Milly, en un momento de definiciones

Milly, en un momento de definiciones

Como siempre, Milly vino al país a tocarle a las secretarias. Porque ahora, Juanita no viene sólo en las Navidades. Con el crecimiento que ha tenido su carrera artística, en cada oportunidad en que los dominicanos celebramos algo importante, ella tiene que hacer sus maletas para venir a acompañarnos en nuestras emociones.

No estuve, como el año pasado, en la fiesta que ella tocó. Esta vez, me la encontré por una casualidad premeditada en los estudios del canal 13. Ella estaba cantando en el nuevo programa de Yaqui Núñez del Risco (En resumidas cuentas) y hasta allí fui a conversar con ella.

Esa noche Milly cantó boleros acompañada del maestro Juan Valdez y su grupo y disfrutamos sus versiones de “Que alguien me diga” de Gilberto Santa Rosa, “Yesterday” de Los Beatles, y finalmente un memorable dúo de “Perdón” de Marco Antonio Muñiz con el cantante dominicano Anthony Ríos.

A pesar de que el programa culmina a las 12 de la medianoche, tuve que esperar con mi grabadora en la mano hasta que la Reina del merengue y el Señor del pasado se despidieran (después de una larga plática en la que ambos mostraron su complacencia en una posible colaboración discográfica).

Por suerte, había conversado con su compadre y manager Pedrito Núñez del Risco y este me facilitó que la artista accediera a quedarse unos minutos más conmigo en el lobby trasero del citado canal. Ella se sentó en el brazo de un mueble negro de piel y yo la miraba desde abajo mientras le hacía la primera pregunta para romper el hielo.

[b]Milly se siente en un momento de prueba de Dios[/b]

Ya lo había percibido cuando la escuchaba cantar. Milly no es la misma. Aunque es mejor. La sentí más centrada en si misma. Un poco molesta con su actual situación discográfica (no ha podido conseguir una nueva tras el rompimiento con Sony). Un tanto decepcionada por no haber logrado un acuerdo con Emilio Estefan. Segura de que esta es otra prueba a superar. Confiada en el destino que le de deparará Dios. Y, dispuesta a hacer acopio de la cristiana frase “ayúdate, que yo te ayudaré”.

[b]P. En resumidas cuentas, ¿qué?[/b]

R. “En resumidas cuentas lo que cuenta es estar conforme con la vida, con las pruebas, con los logros, con los días que hemos vivido hasta el momento y que se componen de buenos días y de malos días. Hay que estar conforme y decirle también a Dios porque él es que sabe las razones por las que atravesamos las cosas que atravesamos cuando son difíciles y él tiene la última palabra en todas las cosas que proyectamos hacer. Esas son las cosas que yo he aprendido a duras penas. Dios tiene la última palabra”.

[b]P. ¿Estas en manos de Dios en estos momentos?[/b]

R. “Estoy en manos de Dios. A veces me quiero zafar, a veces se me hace difícil humanamente hablando porque Dios te demanda que tú dejes de ser tú en tu autosuficiencia y lo dejes ser a él. Pero él nos dio la habilidad de tener libre albedrío y ese mismo libre albedrío nos hace zafarnos de su entorno para él poder determinar lo que es mejor. Porque nosotros normalmente creemos que estamos buscando y consiguiendo lo que es bueno, pero Dios siempre tiene lo que es mejor aunque no lo entendamos. Esa es mi prueba en este tiempo”.

¿Después de lograr el Grammy y con él todo el reconocimiento y nos imaginamos que eso impulsó las ventas también?

“Desafortunadamente no tengo contacto hasta ahora con Sony porque a raíz del Grammy Latino que insisto en que fue gestado por Dios en este tiempo, en base a una trayectoria obviamente muy linda y que culmina con una producción que Gilberto Santa Rosa por su propia iniciativa me hace para la Sony. Lo obtuve de la mano de alguien de un país que amo mucho (Puerto Rico) y eso tuvo un significado muy especial para mí, más sin embargo, me encuentro paradígicamente hablando en una coyuntura difícil porque la industria está muy difícil, al igual que los medios de producción y los productores no están en la mejor disposición de invertir la gran cantidad de dinero que hay que tener para hacer una producción de 70 mil dólares y de ahí para arriba y más o menos la misma cantidad para embarcarte en mercadotecnia para poder llevar esta producción al público”.

No fue Milly sola quien quedó fuera del catálogo de la multinacional discográfica. Esta compañía al igual que sus homólogas constantemente dan salida a algunos artistas y les dan entrada a otros. En el momento en que ella quedó fuera también se quedaron sin el amparo de una casa disquera India y Elvis Crespo.

“Nos han dado release para buscar otras ofertas, las ofertas se están dejando esperar. Pero yo pienso que llegarán cuando Dios lo disponga”, explica.

Milly tiene que ir a lo espiritual para buscar respuestas a estas cosas que le suceden y que parecen no tener ningún sentido porque “es paradójico que en un momento en que tengo un Grammy en la mano, en un momento en que se me considera una artista en la plenitud de su carrera, una artista representante de un país que tiene una música muy contagiosa y que es una música que se pasea por todo el mundo, no solamente por mí como dominicana sino por otras artistas internacionales, se me esté teniendo en pausa, en una pausa de espera”.

Ante la incertidumbre que esta situación le provoca ella ha tomado la decisión de no pensar que alguna persona tiene que ver con esto “escojo creer que es una cuestión gestada por la mano de Dios. Así como vino el Grammy latino a mis manos para hacer historia para mi país como mujer y como merenguera. Así que pienso que este tiempo es un mientras tanto”.

Asume que está recibiendo una lección divina y está atenta para ver cuál es la enseñanza que Dios le quiere dar con esta situación, “la estoy tratando de asimilar con la mayor humildad y con la mayor paciencia, porque es bien difícil”.

[b]Lo de Emilio Estefan todavía no va[/b]

Aunque se hizo ilusiones con la posible negociación con Emilio Estefan, la iniciativa que tuvo la esposa de Gilberto Santa Rosa y representante internacional de Milly, Nélida Santa Rosa, lamenta informar que no se lograron “los acuerdos favorables que pudieran hacer esa combinación realidad. La verdad es que yo siento mucho que no se haya hecho porque yo tenía un entusiasmo en torno a eso, pero nada, vuelvo y te reitero que en esta industria, en el mundo de la música hay de todo y para todos. Yo estoy confiada en que lo que ha de venir para mí ha de ser lo que Dios quiera para mí a pesar de que yo creo que pudo haber sido muy buena la combinación, falta por venir la mejor combinación”.

[b]De vuelta a la quimera del bolero[/b]

Después de escucharla cantando boleros tan bonitos y con tantos sentimientos en el programa de Yaqui, no fue necesario hacer un esfuerzo para evocarla cantando esas Quimeras que tanto nos hizo disfrutar y esas “Mil y una noche” que marcó un tiempo en el romanticismo del público dominicano.

Por eso pusimos un punto y aparte en el disco y la esperada disquera para saber si pretende alguna vez entregarnos otras canciones en su voz a ritmo de bolero.

“Es una de las propuestas para este disco. Este disco podría contener una parte en la que yo pueda entregar una nueva oferta musical en el orden de los boleros que fueron tan impactantes para el público. A la gente le gustó mucho mi forma de interpretar el bolero y creo que no quisiera desperdiciar esa oportunidad en este disco”.

[b]¡Ayúdate… que yo te ayudaré![/b]

En estos momentos en el que vive un limbo discográfico ni Milly ni su manager están dispuestos a quedarse fuera de la radio y del mercado por mucho tiempo, así que se han embarcado en la producción de un disco en vivo grabado en el concierto que ofreció en el Maunaloa en diciembre pasado.

Cuenta que tuvo la oportunidad de escuchar las canciones que interpretó en ese concierto “y quedó espectacular. Nunca en mi discografía he tenido una producción en vivo y en esta oportunidad pudimos hacer acopio de muchas cosas y particularmente de una energía muy especial que se enciende cuando tu estás ante un público eufórico. Hay algo tan distinto cuando tu estás grabando y cantando ante el público, que sé que el disco va a tener muy buena acogida”.

No me puede decir cómo exactamente estará estructurado el mismo ya que lo quiere combinar con cosas nuevas, pero me aclara que ella se distingue “por dar y aportar temas que sienten pautas en el mercado y en ese sentido los dúos se están tomando en cuenta y otras cosas más que quisiera guardarlas como sorpresas para que este disco no solamente venga a ser una expresión de lo que es mi discografía sino también que venga a ser la parte post Grammy”.

Milly entiende que después de este premio hay una expectativa mayor con lo que ella pueda hacer, para satisfacer la curiosidad de los que quieren saber ¿y ahora qué?

“Eso a mí me reta mucho poder llenar las expectativas del público que me conoce que me quiere, que tiene mi discografía en sus hogares, que me siguen la carrera cada día de mi vida, tengo un compromiso muy grande con ellos”, afirma.

Sostiene que este disco será totalmente distinto a lo que la gente está acostumbrado a recibir de ella. Es seguro que tendrá algunos dúos con otros artistas dominicanos como Toño Rosario, Sergio Vargas y está en conversaciones con Ramón Orlando.

[b]Una madre realizada[/b]

En este momento el área de la vida de Milly que más emociones positivas le está dando es la de madre.

Además de que uno de sus hijos ya la acompaña como corista e intérprete en sus presentaciones en vivo, el segundo tiene sus propias ideas musicales relacionadas con el rap y el hip hop y el tercero tiene la firme intención de complacerla con una carrera universitaria.

Tanto es así que no descarta que en este próximo disco, en vivo, incluya alguna canción en la que participen con ella sus dos hijos mayores.

Sus hijos se colaron en la conversación y de repente vimos desaparecer de su rostro la sombra e iluminarse con destellos de alegría, por lo que aprovechamos para profundizar un poco más en esta parte sobre todo en este mes en que se rinde homenaje a las madres.

Estos son calificados por ella como “muy muy buenos, innovadores. Imaginate una nueva generación, vive allá fuera (en New Jersey donde ella también reside)”.

P. ¿Cómo te sientes siendo artista y de alguna manera sufriendo como has sufrido y disfrutando como has disfrutado de los embates y los vaivenes de esta carrera, viendo a tus hijos en este carril?

R. “Cuando los veo actuar o cantar me río porque me veo retratada en ellos cuando comenzaba y quisiera poder inyectarles lo que he aprendido. Obviamente es imposible porque mamá no sabe nada, aunque yo sea artista, quizás lo escuchen de otro artista y el consejo se lo lleven. Pero quizás lo más importante para mí como madre y en el orden profesional para ellos es darle un apoyo y en la medida en que busquen mi visto bueno, se lo doy”.

Sostiene que muchas veces los hijos no buscan el apoyo de sus padres artistas porque sienten el deseo de caminar solos y que para ella eso es natural.

En el orden personal Milly está muy contenta porque tiene muy buenos hijos; “yo entiendo que en muchas ocasiones madres que son muy sacrificadas y muy abnegadas resultan tener hijos rebeldes o que son dolores de cabeza. Yo tengo unos hijos que en alguna forma se parecen a mí y en otras a Rafael, su padre y creo que es una combinación bonita”.

Dice sentir que no le falta mucho para verlos encaminados en sus respectivas carreras y levantando sus familias hasta hacerla abuela, aunque todavía no quiere pensar que la puedan llamar así “porque todavía me siento muy vanguardista en lo que hago y como mujer alimándome para ver si vuelvo a la reconquista de algún ser especial que pueda entender mi vida y poder caminar con esa persona si así Dios lo permite”.

P. Me pregunto ¿qué tanto te influenció tu madre a ti y qué de lo que ella te dio les pasaste a tus hijos?

R. “Bueno mi madre me influenció en el apoyo que me pudo dar. Trabajadora, trabajaba en una factoría en Nueva York. El afán de ella era poner la comida en la mesa junto a mi padre. Ella no entendía muchas cosas de los cambios tan radicales que estábamos viviendo nosotros al salir del país con esa forma de vida americana que chocaba con la vida dominicana, pero ella supo confiar en que nosotros íbamos a asimilar su buena voluntad y creo que asimilé su buena voluntad y su coraje lo admiro porque fue la primera en irse a los Estados Unidos –solita- a buscar un mejor futuro para nosotros y eso influenció en mí para ahora yo tener valor. Cuando me falta lo que hago es recordar el valor que tuvo mi madre para hacer alguna cosas y es lo que quiero pasarles a mis hijos, que sepan que yo tengo fe en sus condiciones y que finalmente salgan con la misma fe como la que yo recibí de mi madre, que la reciban de mí y que puedan caminar por sí solos”.

Los hijos de Milly y Rafael Vásquez (fallecido) son Miguel Antonio de 24 años, Anthony Rafael de 21 y Rafael Jesús de 16.

Con los dos primeros, que son cantantes los dos, Milly pretende acompañarse para cumplir con la responsabilidad de cantar el himno de los Estados Unidos en un compromiso en el Shea Stadium; “ellos lo hacen a 3 voces que es una barbaridad y mamá gallina va a hacer de las suyas cantando con ellos para que vean lo lindo que cantan mis hijos”.

Rafael, el menor, es el que le ha abierto la esperanza a Milly con sus estudios, “me está dando unos grados increíbles. Ahí es que yo estoy viviendo la etapa de estudiante porque mi mayor anhelo hubiese sido que ellos estudiaran de la universidad y este parece ser el que me va a llevar a ver su investidura porque le encanta estudiar y leer y me promete que lo hará por la vía de la medicina”.

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