Milton Messina fue un propulsor del desarrollismo en RD

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El país y la comunidad empresarial dominicana se encuentran de luto, tras conocerse el pasado domingo la noticia sobre el deceso del ex-gobernador del Banco Central y fundador de esa institución en el año e 1947, doctor Milton Messina.

Messina, quien al momento de su fallecimiento cifraba los 83 años de edad padecía de quebrantos en su salud murió en su hogar de esta capital y fue sepultado en el Cementerio de la Avenida Máximo Gómez.

Abogado de profesión, se convirtió de muy joven en el primer gobernador de la institución monetaria tras su fundación, de donde luego pasó a ser administrador general del Banco de Reservas.

Había realizado sus estudios de derecho en la hoy Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y posteriormente cursó en Nueva York una maestría en economía en la Universidad de Columbia.

Dedicó gran parte de su existencia al ejercicio profesional como abogado y asesor económico y completó una amplia trayectoria en calidad de servidor público, desde donde hizo importantes aportes al desarrollo económico y empresarial del país.

Dentro de esta trayectoria ocupó los cargos de Superintendente de Bancos y administrador general del Banco Agrícola, al igual que el de asesor del Secretariado Técnico de la Presidencia. Durante algunos años fue además asesor económico honorífico del Presidente de la República, habida cuenta de su trayectoria como economista experimentado.

En 1965 fue embajador dominicano en Canadá y ante el gobierno de los Estados Unidos, en tanto cumplió varias misiones como ministro plenipotenciario y representante permanente por ante el Consejo Internacional del Azúcar, Café y Cacao con sede en el Reino Unido.

Tras ocupar dichos cargos, pasó a trabajar en varios cargos técnicos destacados en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), institución en la cual estrechó lazos de amistad con el presidente fundador del organismo, el doctor Felipe Herrera.

Desde esa posición ayudó a desplegar la política en boga en los inicios de los años de 1960 para que los países de América Latina y el Caribe lograsen su incorporación a la industrialización mediante el proceso de sustitución de importaciones.

Al regresar al país en 1968, el doctor Messina se dedicó a renovar el reconocido bufete de abogado establecido por su padre, doctor Temístocles Messina, desde donde se considera decisiva su contribución para crear y mejorar la legislación en materia de banca hipotecaria y sobre zonas francas industriales.

Fue uno de los primeros abogados expertos en materia de inversión extranjera, así como sobre leyes corporativas, asesorando a varias entidades financieras empresas desde su creación.

Fue un prolijo articulista y colaborador para diarios del país y autor de varias obras publicadas sobre asuntos de economía, entre las que destacan “La Integración de la República Dominicana en el Caricom”, la obra “Nacionalismo y Desarrollo”, y su última obra “Memorias de un Ajuste Económico, 1982-1986”.

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