Hace 51 años Milvio Pérez portaba un arma diferente a la que tenían sus compañeros de lucha en la Revolución de Abril de 1965. No disparaba tiros pero sí fotografías reveladoras del anhelo del pueblo dominicano que reclamaba en las calles el retorno de la constitucionalidad y el regreso del gobierno del profesor Juan Bosch, derrocado en 1963.

Hoy, el fotógrafo de Abril da continuidad a su pasión, es el autor de las imágenes colocadas en las verjas perimetrales del Ministerio de Educación, donde hay una exposición de sus fotográfica, en el marco de la culminación del 50 aniversario de la Revolución de Abril de 1965.

Milvio Pérez ha dejado sus huellas gráficas de otros acontecimientos históricos como la Masacre Estudiantil del 9 de febrero de 1966 y la gesta patriótica del 14 de Junio de 1959.

Como todo un predestinado, Milvio estuvo el pasado 24 de marzo tomando las fotos en la rendición de honores a los restos del guerrillero, combatiente constitucionalista y revolucionario de toda la vida, Claudio Caamaño Grullón.

En ese mismo escenario estuvo Milvio Pérez hace 51 años cuando Francisco Alberto Caamaño Deñó pronunciaba su discurso de renuncia como presidente Constitucional de la República.

“El 3 de septiembre de 1965 al escuchar al presidente Francisco Alberto Caamaño Deñó presentar su renuncia como presidente constitucional después de la firma de los acuerdos de paz firmados con la OEA, para dar paso al gobierno provisional de Héctor García Godoy, Claudio Caamaño entró triunfante el 29 de abril de 1965 junto al pueblo a sangre y fuego a la Fortaleza Ozama. 51 años después entró el cuerpo sin vida de Claudio siendo velado en la misma Fortaleza bajo la bandera tricolor, en homenaje a su lucha sin claudicaciones por la libertad”.

Ese texto fue el pie de foto que redactó el poeta e historiador, Tony Raful, a las fotografías de Milvio Pérez relacionadas a esos dos hechos históricos coincidentes.
Pérez, quien tiene 78 años, nació en Río Verde, Cutupú, de La Vega. Emocionado cuenta que cuando estaba el pasado mes en la Fortaleza Ozama frente al cadáver de su compañero de batalla se inspiró y buscó el ángulo para tomar la fotografía similar a la del 3 de septiembre de 1965.

“Cuando yo iba a tomar una fotografía primero observaba el escenario para hacerla desde el mejor ángulo. Yo me encaramaba, ubicaba el sitio más idóneo. Mis fotografías al azar eran cuando estábamos bajo tiros”, manifestó Pérez, quien fue un autodidacta.

En 1965 tomó las fotografías con su cámara marca Pentax 35 milímetros, la de ahora, por supuesto, es más moderna.

Siente tristeza cuando habla de sus compañeras de lucha y en la forma en que murió Caamaño Grullón.

Exhorta a los dominicanos emular a los prohombres y mujeres dominicanos y a preservar la libertad, la democracia y la soberanía de la República Dominicana.