Minería necesita una ley más ágil

Minería necesita una ley más ágil

POR CLAUDIO CABRERA
El actual estancamiento que exhibe el sector minero dominicano data del cese de las operaciones de la empresa minera Rosario Dominicana hacia 1999, lo cual ha condicionado las actividades dentro del contexto de la única explotación rentable que descansa en el proyecto de la Falconbridge Dominicana.

Desde entonces las personas vinculadas a la industria minera cavilan sobre cuál es la verdadera causa de un estancamiento en que apenas comienzan a apuntar atisbos de crecimiento. A estas alturas todos parecen concluir en que las causas ya no residen en situaciones relacionadas al ambiente y clima de inversiones necesarios para que estos negocios se desarrollen, sino en el marco jurídico-legal en que ahora se desenvuelve la minería dominicana.

El problema se complica al momento en que el instrumento institucional oficial para propiciar las políticas mineras que atraigan inversiones extranjeras y capitales al área, la Dirección General de Minería (DGM) mantiene un confinamiento que tradicionalmente le ha atado de manos para ejercer una acción técnica y facilitadora en la canalización de recursos mineros.

Para empezar, según expresa el secretario de la Cámara Minera-Petrolera de la República Dominicana, la Dirección de Minería no tiene suficiente independencia para asumir decisiones de carácter técnico, en vista de que está sujeta a la Secretaría de Industria y Comercio, de la cual depende para todo.

Lo técnico

“Ocurre que muchas veces, los secretarios de turno no tienen conocimientos técnicos profundos sobre materia de minería y por desconocimientos de las implicaciones sobre estos temas, no pueden tomar oportunas medidas que deben de postergar hasta tanto se puedan hacer las debidas consultas para adoptar las decisiones pertinentes que contribuyan a impulsar proyectos que benefician al país”, resalta el ingeniero Juan Gil, secretario de la Cámara Minera Petrolera dominicana.

Resaltó que administrativamente la DGM depende de Industria y Comercio, según la ley constitutiva, por lo cual todas sus decisiones están sujetas a lo que decida el secretario de turno. Refirió Gil que en la mayoría de las veces, los funcionarios al más alto nivel están involucrados en asuntos de gran envergadura, por lo cual algunos no pueden  dedicarles tiempo a asuntos de mayor atención, lo cual determina que se acumulen decisiones sobre concesiones mineras y acuerdos sobre proyectos que pueden influir positivamente en la minería dominicana.

Señaló que en el pasado gobierno, por ejemplo, mientras la anterior secretaria de Industria y Comercio tenía que tomar decisiones técnicas atinentes al sector, debía tener su atención puesta en problemas como las discusiones acerca del Tratado de Libre Comercio (TLC), los problemas vinculados con los combustibles y otros de agenda mayor. Indicó que actualmente estos problemas han vuelto a estar sobre el tapete y por tanto, implican gran atención de parte de los funcionarios de la cartera.

Una Ley Minera “entaponada”

Según lo expresa el secretario de la Cámara Minera, ingeniero Gil, se trata de un problema de la Ley Minera. La Ley Minera existente indica claramente que solamente el secretario de Industria y Comercio está facultado para decidir en torno a proyectos de exploración y explotación sometidos ante dicha instancia técnica, pues nosotros sabemos todos que muchas veces los secretarios de Industria y Comercio “son personas que están muy ocupadas en un sector definido”. La pasada secretaria estuvo muy ocupada con lo que era el Tratado de Libre Comercio, por ejemplo. Ahora mismo hay una prioridad muy extraordinaria con lo que es el petróleo, las negociaciones del petróleo, los precios y todas estas cosas. Entonces, la minería necesita una ley más ágil que les permita a esas concesiones no tener que ir, cuando son cosas simples, a niveles tan altos”.

“Entendemos la situación; por ejemplo, que quizás no necesariamente, el secretario de Industria y Comercio que muchas veces no sabe nada de Minería, y que nunca sabe casi nada porque es una persona que proviene posiblemente de otro sector, sea el que firme una concesión que la recomienda el director de Minería que la recomienda”.

En estos momentos se encuentra en el Congreso y se piensa retomar para darle algo más de jerarquía a la Dirección General de Minería para que pueda ser más ágil, por ejemplo.

La Superintendencia

Entre las figuras que se analizan, existe la de establecerla como una Superintendencia de Minería, de una autonomía y descentralizada, puesto que en la administración anterior en que se analizó la situación esta fue la recomendación de los catorce técnicos que trabajaron en un anteproyecto en que se incluía la figura de crear un Instituto de Minería. “No necesariamente tiene que ser una Secretaría de Estado”.

En el caso de algunos puntos conflictivos, el presidente de la Cámara Minera Petrolera, Alex Butler, afirmó que hay algunos puntos conflictivos que en la nueva ley bajo discusión se definen, ya que “en el caso de los agregados nosotros no apoyamos la extracción de agregados de ríos. Nosotros querríamos que todo fuese a granceras.

Sin embargo, refirió que  aún hay mucha resistencia de parte de quienes explotan estas granceras de agregados para materiales de construcción, quienes cuentan con muchos recursos e instancias para recurrir, pues eso era controlado por el Departamento de Corteza Terrestre de Obras Públicas originalmente, pero cuando entró en vigencia la Ley 64-00 es Medio Ambiente que la controla, que realmente debía ser la institución responsable.

“Esto debía ser también parte de la responsabilidad del Instituto a ser creado con la nueva Ley Minera, puesto que se trata de los materiales que son extraídos de los lechos de los ríos del país”, afirma el señor Butler.

La nueva era de los metales

Según el señor Alex Butler, quien en adición a sus funciones de nuevo presidente electo de la Cámara Minera Petrolera dominicana es el Gerente de Minas de la empresa Falconbridge, en el caso de la industria del ferroniquel, la empresa que extrae el mineral en Bonao actualmente confronta grandes gastos por vía de cuantiosos recursos para importar petróleo para activar una planta de 150 megavatios que sirve para manejar los hornos y electrificar sus instalaciones.

“A nosotros nos afecta muchísimo, pues cerca del 70% de nuestros costos para la producción del ferroníquel provienen de los costos de energía”.

El precio del níquel está en alrededor de US$8.68 la libra, lo cual permite trabajar a plena capacidad en el país mientras que la demanda sigue creciendo, pues todo lo que se produce se coloca en el mercado mundial, siendo los principales compradores Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y otros.

Para el caso del oro, el señor Carlos Pizarro, director de la Cámara Minera Petrolera y Gerente General de la minera extranjera Placer Dome, la cual tiene a su cargo la explotación de los yacimientos de oro sulfurados en Cotuí, sostiene que mientras en los años de 1998 y 1999, con la consecuente caída en los precios del oro en el mercado mundial, producto de la concurrencia del oro proveniente de Bancos Centrales de Europa se produjo una baja aguda en los precios del metal.

Con las bajas que experimenta el dólar en las economías mundiales frente al Euro, así como ante la necesidad de asegurar fuentes alternas al dólar para atesorar reservas internacionales, muchos países han reconsiderado la necesidad de adquirir oro nueva vez.

“Eso ha hecho que con la pérdida de confianza en todo el mundo muy fuerte del dólar, pues el dólar ha bajado muchísimo su valoración, el precio del oro se ha disparado rápidamente llegando a niveles de US$720.0 y US$730”.

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