Minería y pasivo ambiental

Minería y pasivo ambiental

Loma de Miranda, en La Vega, y  Juan López, en la provincia Espaillat, son dos  puntos geográficos cuyos habitantes  tienen en común el temor de que la explotación minera genere pasivos ambientales que les perjudique, a ellos y sus ecosistemas. En el primero de estos lugares, la empresa Falconbridge realiza trabajos de exploración de minerales metálicos, y en el segundo se practica la extracción de agregados para la construcción de una manera que ya está perjudicando a los habitantes.

En el caso de Loma de Miranda, el ministro de Medio Ambiente, Ernesto Reyna, ha afirmado que si los  informes permiten comprobar que los trabajos que realiza  Falconbridge provocan contaminación, no se autorizaría la explotación en esos yacimientos. Y no ha habido reacción oficial ante el pedido de los habitantes de Juan López, de que las autoridades intervengan para librar a la comunidad del polvillo resultante de la extracción de agregados de construcción.

 La República Dominicana tiene que acogerse de lleno a la tendencia moderna de la explotación minera con el mínimo de pasivos ambientales. En los dos casos señalados, las autoridades tienen que garantizar que la explotación de minerales metálicos y la extracción de agregados para la construcción tendrán efectos mínimos para los habitantes y los ecosistemas de ambas comunidades.

Obras son amores

La Fundación Sur Futuro, con respaldo técnico y financiero de  organismos internacionales como el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y de organismos locales privados y oficiales, ha dado a conocer otra de sus grandes obras. El Proyecto Sabana Yegua Sostenible se suma a las realizaciones de esta fundación para promover el progreso en comunidades afectadas severamente por la pobreza.

Con una inversión de US$64.8 millones, el Proyecto Sabana Yegua Sostenible  ha impactado directamente a habitantes de Padre Las Casas y Guayabal, en Azua; Bohechío, en  San Juan de la Maguana, y Constanza, en  La Vega, promoviendo el manejo sostenible de la tierra para evitar la degradación de suelos, conservación de cuencas hidrográficas, reforestación, sustitución de cultivos de ladera y reducción de la pobreza. Sur Futuro da así otra muestra de lo que puede la voluntad solidaria.

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