Mineros se quejan por la prohibición de exportar el ámbar

SANTIAGO. La Asociación para el Desarrollo Minero del Ámbar La Cumbre solicitó ayer al Ministerio de Energía y Minas revisar la medida de prohibición de exportación del ámbar, debido a que viven momentos críticos porque el mercado local no consume todo el ámbar que poseen almacenado.
Lamentaron que esta situación los tenga al borde de un colapso económico, sobre todo porque hay más de 2,300 mineros que trabajan de manera indirecta en el sector y eso impacta la economía de alrededor de 25 mil familias porque toda esa zona depende exclusivamente de la minería. Allá, sostienen, no hay ninguna otra actividad.
Divaris Cruz, presidente de la asociación, explicó que tienen mucho ámbar almacenado y que para reanimar el sector deben tener la facilidad de venderlo.
“Nosotros queremos que el ámbar se extienda a otros mercados, que no sea precisamente el chino. Tenemos compradores también de otras latitudes como de Grecia, México, Canadá y los Estados Unidos pero no consumen la cantidad de ámbar que se está sacando. La producción es bastante alta”, explicó Cruz.
Autoridades. La oficina de Medio Ambiente en la ciudad de Santiago informó de manera formal su naturaleza y el compromiso asumido para el buen manejo del trabajo de minería del ámbar en la región de Palo Quemado.
Eduardo Rodríguez, director provincial de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como Wilton Khoury, encargado de la oficina de Energía y Minas en Santiago, manifestaron que coordinan un esfuerzo en conjunto con los mineros ya que es vital para la economía de muchas de estas comunidades pero que es muy sensible en materia ambiental.
“Estamos tratando de lograr un equilibrio de tal forma de que la naturaleza salga lo menos perjudicada posible. Nosotros estamos trabajando con ellos para ponernos de acuerdo y así no dañar el medio ambiente”, sostiene Rodríguez.
Dijo que dicho protocolo versará sobre la forma como se van a realizar las extracciones y las medidas de compensación para reducir los impactos ambientales y para proteger la zona de recarga de los ríos Gurabo, Jacagua y otras fuentes del río Yaque del Norte.