Mini jardines
Heliconias y helechos

<STRONG>Mini jardines</STRONG> <BR>Heliconias y helechos

Uno de los mini jardines más diversos y bonitos que podemos construir en los hogares y áreas amplias, sean estas públicas o privadas; en áreas verdes, urbanizaciones o en los hoteles, son los que usen a las heliconias y los helechos como materia prima.

La belleza de las plantas y sus flores, especialmente de las heliconias, su relativa facilidad de reproducción y adaptación a nuestras condiciones agroclimáticas, hacen a estas plantas muy adecuadas para la jardinería tropical.

Su diversidad, al ser tan extensa puede permitir que con facilidad adornemos desde una pequeña área a extensiones que pueden ser inclusive reforestadas o restablecidas cuando hayan sufrido cierta erosión, pues una de las características de estas plantas es que amarran mucho el suelo por su sistema radicular.

En muchas comunidades nos encontramos con las llamadas áreas verdes, que generalmente se escogen las que por su inclinación o condiciones  no se pueden levantar viviendas u otro tipo de edificación.

En estas áreas marginales sí podemos sembrar las heliconias y plantas que amarren el suelo;  que al hacerlo, además de su utilidad al proteger los suelos, nos proveen con la belleza de sus flores. Los helechos, la otra planta sugerida  para estos mini jardines, son por igual muy llamativos y con características muy similares de protección a los suelos de laderas, húmedos, con mucha materia orgánica e inclusive algunos hasta crecen en los suelos muy degradados, pero húmedos, como los helechos nativos, llamados culantrillos. Casi diríamos en pura roca.

La diversidad existente de los helechos, que va desde algunos silvestres en nuestros campos hasta los más exóticos o costosos, puede permitir que algunas especies muy esplendorosas sean cultivadas en los árboles, haciendo aún más espectacular la jardinería de este modelo de minijardín.

Una combinación de plantas como las heliconias, por sus flores y follaje, ligada a la diversidad y esplendor de los helechos, haría que cualquier sector urbano, comunidad turística o simplemente cualquier alcalde, regidor, cámara de comercio o ministerio, se “case con la gloria”.

Las flores o el colorido de éstas, la forma de crecimiento de la mayoría de las heliconias -también llamadas platanitos, en muchos casos- contrasta con el verde de los helechos, que no florecen pues se multiplican por esporas. Como habrá usted notado, apreciado amigo lector, la mayoría de estas propuestas son y salen baratas, por eso las hemos llamado “mini”, pues no es necesario tener el territorio de nuestros bellos parques nacionales, sean botánicos o zoológicos.

En el equivalente  a una cuadra en extensión de terreno  se monta un tipo de jardinería como la propuesta. Es cierto que en nuestra sociedad existe mucho irrespeto y esto puede significar que al florecer las heliconias, personas desaprensivas corten las flores y entonces la colectividad no disfrute su esplendor y belleza.

Claro que esto sucedería en las áreas públicas, pero éstas son cuidadas y bien pueden protegerse; además de educarse a la población, quienes siempre deben asumir estas cosas como propias.

Tengo que enfatizar que estas plantas pueden fácilmente combinarse en jardines económicos y muy atrayentes. Cuando viajamos hacia y desde el Cibao, en la carretera encontramos varios tipos de heliconias muy comunes hoy  día, pero existen decenas de ellas, sean híbridas o naturales.

De helechos, por igual, ya que estos son silvestres en muchas de nuestras condiciones ambientales. Otro de los puntos que se debe destacar y que deben las autoridades observar, es que estas dos especies sirven  para el control de la erosión, sin costar mucho.

Otro aspecto de gran importancia para el estímulo de la siembra de estas plantas es la posibilidad de que  se exporten o expongan al turista, que generalmente viene de  zonas frías.

Estas plantas tan tropicales pueden ser expuestas en sus habitaciones en arreglos florales diversos.  Combinadas las flores de heliconias con hojas de helechos son preciosas.

Por último, y no necesariamente el último que se ha de  considerar, es que pequeñas comunidades al establecer estos mini jardines pueden atraer turistas a sus zonas y así estimulan otros actores económicos locales como viveros especializados, restaurantes,  venta de  flores, artesanías, etc.  

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El turismo

El turismo nuestro no debe ser solo sol y playa, especialmente el interno debe considerar estas cosas como alternativas para comunidades como Miches y El Valle, en la provincia de  Hato Mayor; Boyá o Gonzalo, en la provincia de Monte Plata, para solo mencionar algunos posibles ejemplos.  

Uno de los motivos de esta serie de artículos que a bien ha tenido este diario, HOY, al publicarnos es estimular las comunidades y a los comunitarios a hacer algo para embellecer sus áreas verdes o construir los minijardines o minizoológicos, como forma de atracción a sus comunidades o barriadas.

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