Mini jardines:
Entretenimiento sano y educativo

<STRONG>Mini jardines:<BR></STRONG>Entretenimiento sano y educativo

Nuestras municipalidades y sus munícipes deben asumir ante el entretenimiento sano y educativo de sus conciudadanos o los visitantes (turistas nacionales o extranjeros) un papel preponderante en acciones simples como las que nos proponemos desarrollar a continuación.

Si en una determinada región, provincia o municipio se realizara una alianza de trabajo entre el ayuntamiento, la Cámara de Comercio, el club de servicio y hasta un productor en particular, ellos bien podrían fomentar pequeños jardines botánicos de diferentes plantas que atraerían a visitantes locales, regionales e inclusive a turistas deseosos de conocer lo que expondremos.

En lo personal nos satisface mucho el accionar de las actuales autoridades del Ministerio de  Turismo, que resaltan nuestros valores, pero creemos que sería aun más bello y de interés que esa institución asociada a la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), a nuestros ayuntamientos y munícipes fomentaran acciones que movilicen a cientos miles de visitantes en distracciones sanas y educativas.   

Algunos de los mini jardines o parques pueden ser simples colecciones de plantas florales u ornamentales, pero en otros casos deben o pueden ser colecciones de plantas con potencialidades comerciales locales o para la exportación. Debemos, en una planificación de nación o sociedad, de manera integrada, pensar que tenemos hoy millones de turistas que nos visitan y que estos o entre estos, siempre hay empresarios, empleados de empresas, innovadores y  emprendedores, que si saben o conocen al visitar estos parques de nuestras potencialidades vendrían a invertir o comprar nuestros productos. Un mini jardín o mini parque, no requiere de millones de metros cuadrados como nuestro bello Jardín Botánico Nacional. Por el contrario, puede ser un complemento regional y aun más una extensión de este. Me consta la voluntad de dichas autoridades, las de ayer y las de hoy en los tres grandes  parques nacionales, Botánico, Zoológico y Acuario.   Algunos lectores dirán ¿y a qué nos referimos? Enunciaremos algunos detalles a sabiendas de que trataremos de llevar un mensaje más detallado en el futuro. Ahora les pido permiso a las comunidades para sugerir cosas o ideas.

En Puerto Plata, donde se conjugan varias cosas a la vez, desde el interés de munícipes agrupados en su Cámara de Comercio, a la Asociación de Hoteleros, el Ayuntamiento y reales munícipes, quienes pueden fomentar un parque especializado en frutas tropicales más grande o diversificado que otros lugares, ya que es un polo turístico importante, pero otras comunidades tendrán las especializadas.

Los munícipes de Mao deben promover un mini jardín de musáceas, y digo musáceas para no solo pensar en guineos, rulos o plátanos.

Los de Nagua, Samaná, Miches o Hato Mayor deben promover los cocoteros y otras palmas. Los higüeyanos tienen en los cítricos un mundo que mostrar al visitante. Los banilejos sus colecciones de mango y en San Cristóbal los aguacates. Los francomacorisanos deben accionar con su colección de cacao. Por lo que vemos, de frutas hay mucho que hacer. Además, en Pedernales, Barahona o Azua deben promover las colecciones de cactáceas, para solo mencionar algunas localidades y algunos cultivos cuyas especies son amplias y que permiten tener colecciones. Las palmeras, maderables, especias, orquídeas, bromelias, heliconias, helechos, crotons, cayenas, son solo familias de plantas que se pueden mostrar, pero no dejemos de pensar en los mini zoológicos que pueden ser fomentados como atracciones turísticas también. Colecciones de aves domésticas o tropicales, anfibios y reptiles, peces o animales mayores y menores son solo algunas de las cosas a considerar.

Estos mini parques deben ser educativos, laboratorios docentes, científicos, turísticos y recreativos, a su vez innovadores, temáticos y participativos. El turista extranjero quiere, además de playa o merengue, conocer otras industrias culturales y cada vez más las cosas de la naturaleza que no ven en sus países. Si conocen el caimito, algunos querrán comprar esa fruta, si prueba un mango banilejo de seguro que lo querrá comprar luego, pero además en estos parques se pueden ofrecer las frutas procesadas. Como consultor agropecuario estamos a disposición de ampliar y darle cuerpo a estas iniciativas, pero estas acciones sencillas pueden ser grandes estímulos al turismo interno o externo. Debemos aprender que lo pequeño puede ser  poderoso y es por esto que luego volveremos sobre el tema.

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