Al seguir esta serie de artículos que hemos llamado Mini Jardines y Mini Zoológicos, me comentaba un amigo sobre los insectos y que debía escribir una entrega sobre esta especie.

Los insectos son los animales más abundantes en nuestro planeta, más de un millón de insectos se calcula existen identificados por los entomólogos (estudiosos de los insectos), aunque existen varios millones aún no clasificados, repartidos estos en varias especies, siendo los más comunes los siguientes: Odonatos (libélulas, caballitos del diablo), Ortópteros (saltamontes, grillos), Lepidópteros (mariposas y polillas), Dípteros (moscas, mosquitos), Hemípteros (chinches, pulgones, cigarras), Coleópteros (escarabajos, mariquitas) y los Himenópteros (abejas, avispas, hormigas).

Esta diversidad nos da una indicación de lo interesante y educativo que sería tener un Mini Zoológico de insectos (insectario), permitiéndonos de esta manera el conocimiento de  estas especies desde nuestra óptica de la utilidad de estos al perjuicio que nos causan.

Quién no desea conocer más sobre las laboriosas e importantes abejas, las cuales además de polinizar las flores de nuestras plantas nos dan alimentos de primera categoría. Por igual, quién no desea conocer más sobre los insectos que nos afectan, como los mosquitos o las cucarachas.

En un insectario es mucho lo que se puede mostrar y enseñar a los visitantes. Conocer lo más que podamos sobre estos habitantes de nuestro planeta nos ayudará a convivir más y mejor con ellos, comprendiendo su utilidad, veamos:

– Insectos polinizadores. Son los responsables de polinizar las flores de nuestros frutos, además de captar alimentos como el polen de las plantas y la miel que se extrae de su proceso. Existen muchos, siendo los más conocidos las abejas y las más vistosas las mariposas.

– Insectos como alimento. Estos nos indican el valor de esta especie como fuente nutricional de nuestra especie, reconociendo que existen muchas sociedades donde cada vez los insectos forman parte de las dietas de sus ciudadanos. Las hormigas, saltamontes e inclusive algunas cucarachas, son consumidos.

– Insectos como medicina. Las exhibiciones deben, por igual, mostrar los insectos o sus especies que son beneficiosas al ser humano como medicamento. En algunos casos las abejas, aunque duelen sus picadas, son usadas en ciertas aplicaciones médicas. En otros casos, larvas de tipo de mosca sirven para limpiar heridas infectadas. Inclusive, los insectos ayudan a descubrir crímenes dentro de la  medicina forense. Es lógico pensar que, además, algunos insectos nos ocasionan perjuicio o daño, pues nos transmiten enfermedades, dañan nuestras viviendas, se comen o infectan nuestros cultivos, animales e inclusive a nosotros, por lo que es muy importante que los conozcamos. Reconocemos que estos son los más, pero no por eso debemos dejar de comprender su razón de existencia en la biodiversidad.

El combatir los insectos dañinos es muy importante, pero más aún lo es el hacerlo de manera sana, por esto, cada vez más la protección vegetal depende de una producción inocua y menos dependiente de los químicos. 

Ahora bien, ¿dónde ubicar este tipo de muestras o Mini Zoológicos? Bien simple, pues los podemos tener y estimular desde las escuelas, colecciones privadas y públicas; mediante muestras vivas, en algunos casos, como los mariposarios o exhibiciones de crianza de hormigas, pero también en muestras fotográficas de los insectos más comunes.

Las funciones de estas muestras deben ser de educar a la población en muchos sentidos, por eso  campañas de control del dengue, de los daños que nos causan las termitas, la transmisión de enfermedades por las cucarachas,  por ejemplo, se pueden implementar desde estos centros.

Los Artrópodos terrestres, como los ciempiés, arañas, escorpiones, milpiés, etc. se confunden muchas veces como insectos, pero aunque no son del mismo género, sí pueden ser mostrados en el mismo centro de exposición. Esto permitiría mostrar una mayor diversidad.

Algunas personas se preguntarán sobre el costo del establecimiento y mantenimiento de estas acciones, siendo la respuesta bien sencilla. Depende de lo que uno desee mostrar.

 Si se desea algo muy sofisticado cuesta más que algo sencillo. Un mariposario de ejemplares vivos es más costoso que la muestra de especies disecadas, y si es posible plastificadas.

En algunos casos, las muestras de un apiario pueden educar mucho a los estudiantes que visitan estos centros sobre el valor de los insectos útiles, pero además, a productores y turistas en general.