No recuerdo si en algún momento el expresidente Leonel Fernández explicó o justificó el cambio de nombres de secretarías de Estado por ministerios de sus gobiernos, pero creo que fue una decisión de mal agüero porque después de esa denominación muchos ministros han participado en actividades ilícitas y han sido acusados por el Ministerio Público que ha ganado renombre descifrando múltiples y misteriosos actos de corrupción en organismos estatales.

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A pesar de lo anterior, recientes acontecimientos asociados con actividades del Ministerio Público han puesto de relieve su papel secundario en la administración y control del Poder Judicial, cosa que algunos profanos, como yo, olvidamos o ignoramos y es la función definitoria, definitiva y verdaderamente punitiva de los jueces, que son los que concluyen todos los juicios o procesos y así como en el cine hay personajes buenos y malvados, en la vida real hay jueces íntegros y jueces.