La ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, deploró el asesinato de la joven de 16 años, que inició la relación sentimental a los 14 años, con un adulto, 10 años mayor que ella, y afirmó este tipo de tragedia exige respuestas inmediatas, basadas en un abordaje integral del flagelo de la violencia. Declaró que este tipo de situaciones requieren una respuesta firme e intersectorial, desde diferentes ámbitos del Estado y de la sociedad, bajo el liderazgo del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI), órgano rector de las políticas públicas al que compete la población menor de edad.

Respecto de la muerte de Maité Evangelina Jerónimo de la Cruz, asesinada de múltiples heridas de arma blanca, el pasado 7 de septiembre, crimen del que el principal sospechoso resultó ser su novio, Henry Rafael Torres, de 26 años, en un hecho ocurrido en el sector Mata de Palma, municipio de San Antonio de Guerra, la ministra expresó que cada vida de una mujer, adolescente o niña que es arrebatada a destiempo producto de la violencia feminicida, representa una tragedia irreparable, que debe seguir conmoviendo a nuestra sociedad, a las familias, a las comunidades, y “ exige respuestas inmediatas”.

Sostuvo que la sociedad debe continuar rompiendo el silencio frente a la violencia de género, denunciando los casos que ocurren en las comunidades, y fortaleciendo el tejido social para seguir acercando a las víctimas a los mecanismos de protección, prevención, justicia y acompañamiento.

“Los feminicidios no son hechos aislados, sino manifestaciones de un problema estructural y multidimensional, basado en la desigualdad de género que continúa posibilitando la violencia machista y la permisividad social hacia ciertas conductas, que terminan en violaciones de los derechos humanos de las mujeres”, consideró en entrevista con Hoy, la funcionaria que ejecuta la política del Gobierno para la protección de la mujer dominicana.

Sostuvo que las relaciones entre personas adultas y adolescentes son consideradas impropia, porque se producen en contextos de profunda desigualdad de poder y de etapas de desarrollo y madurez claramente distintas.

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Manifestó que las decisiones en la adolescencia se dan en procesos cognitivos y emocionales en formación, por lo que estas relaciones no se establecen en condiciones de igualdad, ni reciprocidad.

Señaló que las condiciones emocionales, económicas y sociales de un hombre adulto difieren de manera significativa de las de una menor de 14 años. “por lo tanto, estas brechas crean relaciones asimétricas de poder y experiencia, lo que incrementa el riesgo de abuso, manipulación, violencia y limitan la posibilidad de una interacción equitativa y segura”.

Urge que estos casos se denuncien , con preferencias ante el CONANI, para que se agoten las vías de atención y las respuestas legal y psicológica correspondientes.