La Paz. El ministro de Defensa de Bolivia, Reymi Ferreira, replicó hoy al canciller chileno, Heraldo Muñoz, que “vaya a pedir disculpas a su abuela”, después de ese funcionario afirmara que Chile puede reconsiderar otorgarle un visado para que entre a su territorio si antes se disculpa formalmente.
“Que le vaya a pedir disculpas a su abuela. Yo no tengo porque (ofrecer) disculpas de algo que no he dicho, de lo que a él le han informado. Que lea bien primero (…) No he insultado a nadie, no he promovido ningún boicot”, dijo el ministro en una rueda de prensa.
Ferreira respondió así al ser consultado sobre la declaración realizada hoy por Muñoz en Ginebra, donde confirmó que Chile no concederá visado al ministro boliviano para que visite ese país al considerarlo perjudicial para las relaciones bilaterales.
Muñoz, no obstante, admitió que si Ferreira “se disculpa formalmente” por expresiones recientes consideradas como un boicot al comercio chileno y ofensivas a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, Chile está dispuesto a “considerar su ingreso».
El cruce de declaraciones está en el contexto del nuevo momento de tensión que viven ambos países, a propósito de la reclusión en Chile de dos militares y siete empleados aduaneros bolivianos el pasado 19 de marzo tras ser acusados de intentar robar camiones.
Las autoridades bolivianas han rechazado esa denuncia y han insistido en que los militares y los funcionarios aduaneros realizaban un operativo contra el contrabando en territorio boliviano y no en el chileno como sostiene el Ejecutivo de Chile.
La frase de Ferreira recuerda a la que, según historiadores de Bolivia, dijo el héroe boliviano Eduardo Abaroa de la guerra ante Chile en el siglo XIX cuando fue intimado a rendirse- «¿Rendirme yo? Qué se rinda su abuela, carajo».
Ferreira reiteró hoy que no pedirá perdón por haber publicado en su perfil personal de Facebook un cartel que llamaba a no consumir productos chilenos de contrabando y defendió que eso fue expresado haciendo uso de su derecho constitucional.
Agregó que no ha “calumniado, acusado o faltado al respeto” a Bachelet, sino que calificó de una “infamia grosera” que la mandataria acuse a esos bolivianos de intentar robar los camiones, como si se tratara “de asaltantes de caminos».