Juan Carlos Mejía Aquino 
Daniel Rivera y Jesús Vásquez Martínez encabezaron la rueda de prensa sobre el tema de embarazadas haitianas.
El Ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, expresó hoy la principal preocupación del gobierno sobre las parturientas haitianas consiste en el agotamiento de la capacidad instalada en los centros de salud, ante la asistencia de unos 100 partos que se atienden de manera diaria.
Al encabezar una rueda de prensa junto al ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez Martínez, se informó que el estado ha gastado este año más de 10,000 millones de pesos para la asistencia de parturientas haitianas en los distintos hospitales del país.
«Esa es la realidad que nos preocupa, estamos haciendo grandes esfuerzos para poder llevar este servicio, porque sabemos la importancia del componente humano», expuso Rivera tras asegurar que los centros de salud están atendiendo a las extranjeras, como fue dispuesto en la resolución.
Señaló que el costo antes mencionado implica gastos médicos, sino la atención que llevarían las parturientas de procesos simples. «Acuérdese, un parto simple sería lo mejor, pero no es así que están viniendo; Regularmente son cesáreas, o regularmente vienen muy complicadas», dijo.
Puntualizó que a la ocupación de espacios por parte de las haitianas en estado de gestación se le agrega el impacto de pacientes atendidos a causa de la pandemia del COVID-19, lo que provoca que mujeres embarazadas dominicanas que necesitan atención tengan que migrar a los servicios privados, afectando con eso sus ingresos.
El funcionario resaltó que contrario a los que mucho dicen, que la demanda de servicios de las embarazadas del vecino país se da solo en la frontera, las estadísticas demuestran que esto ocurren en todo el país, siendo las provincias con mayor casos La Altagracia, Valverde, Santiago, La Altagracia, Santo Domingo y el Distrito Nacional.
«Fíjate este detalle. Hasta con la habilitación de la sangre. Tu sabes que cada dominicana que se va a hacer una cesárea, tiene que depositar una pinta de sangre; pues las embarazadas haitianas no vienen con nada, no sabemos ni su diagnóstico», enfatizó.
