Ministro de Trabajo define a República Dominicana como “país de salarios bajos”

Ministro de Trabajo define a República Dominicana como “país de salarios bajos”

El ministro de Trabajo definió a la República Dominicana la mañana de este martes como “un país de bajos salarios”, al reiterar su llamamiento a la patronal a que acceda a incrementarlo no sólo por justicia social y equidad, sino por la necesidad económica de ampliar el mercado interno poniendo más recursos en manos de los trabajadores.

Max Puig recordó que durante los últimos sesenta años el país ha tenido un crecimiento económico y avances sociales que no podrán mantenerse sin un cambio sustancial por otro modelo que garantice mayores niveles de equidad  y justicia social.

En ese sentido insistió en que es necesario que las centrales obreras y el sector patronal que negocian un reajuste salarial en el Comité Nacional de Salarios lleguen cuanto antes a un acuerdo porque la situación de los trabajadores pobres es muy difícil, luego de los recientes aumentos en los precios de los alimentos y en el transporte.

El Consejo Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD) y la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC) anunciaron este lunes que sólo reducirían de 30 a 25% su demanda de reajuste al salario mínimo y considerarían igualmente bajar de 25 a 20% los por encima del mínimo.

“Esa flexibilización es normal en toda negociación, partir de posiciones alejadas que progresivamente se acercan, y la función del Ministerio es favorece ese acercamiento”, reaccionó Puig, entrevistado en Propuesta Matinal, que se transmite de 7:00 a 8:00 de la mañana, de lunes a viernes, por el canal 45.

Recordó que en la República Dominicana el 56% de la población económicamente activa realiza actividades económicas informales, que no reportan al fisco ni al sistema de seguridad social, además de que el 14 por ciento de la población está afectado por el desempleo abierto y sólo 30 de cada cien dominicanos en capacidad de trabajar depende de salarios.

Agregó que esa situación es más dramática cuando el país tiene una población poco instruida que por esa razón rinde poco pero también se le paga poco, lo que tipificó como un círculo vicioso que sugirió convertir en círculo virtuoso.

“La economía no produce hoy los empleos que necesita en cantidad y en calidad. De ahí que hay que producir el cambio sustancial en la forma en que está organizada la economía y en la manera en que se distribuyen los beneficios”, sugirió.

Puig, quien es además presidente del partido Alianza Por la Democracia (APD), anunció que esas posiciones serán precisamente parte del programa que su organización promoverá en las próximas elecciones presidenciales de 2012.

“La APD presentará una propuesta presidencial propia por creer que para que el país siga avanzando hay que cambiar el modelo, pues hay tres alternativas: retroceder, seguir haciendo lo mismo o avanzar, por lo que la única oportunidad del país seguir el ritmo de crecimiento de desarrollo social es cambiando el modelo económico”, subrayó.

Aspira a contar con el respaldo de otras fuerzas políticas coincidentes con la necesidad de un cambio de modelo que según dijo es un reclamo compartido incluso por el Consejo Nacional de la Empresa Privada, asociaciones industriales y de otro tipo y la Estrategia Nacional de Desarrollo.

“De lo que se trata es de determinar cómo el país va a continuar, pues el próximo 30 de mayo se cumplirán cincuenta años de la muerte de Trujillo y las estadísticas dicen que el 50.5% de los hogares no tiene agua de llave.  Quiere decir que en cincuenta años después de Trujillo solo hemos logrado llevarle agua potable, de grifo, a la mitad de las casas”, citó.

Respecto a la viabilidad de las fuerzas minoritarias competir de manera independiente con los dos grandes partidos del sistema, Puig recordó que desde 1996, cuando en el país se estableció el nuevo sistema electoral de doble vuelta, ningún partido grande ha ganado solo, han precisado de coaliciones y el porcentaje de voto alcanzado por los dos principales partidos se ha ido reduciendo y recomponiendo el escenario político.

Sustentó ese argumento en las estadísticas electorales de 2004, cuando el Partido de la Liberación Dominicana obtuvo el 49.5, porcentaje que se redujo a 45% en el 2008 y luego a 40% en el 2010, mientras el PRD sacó 46% en el 2000 y cuatro años después llegó a 49.8% pero con los aliados, ya que el año pasado se redujo a 41%.

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