Ministro ruso: economía es clave para relaciones con EEUU  

Ministro ruso: economía es clave para relaciones con EEUU  

NUEVA YORK (AP) — Un alto funcionario ruso afirmó que el siguiente paso para “reparar” las relaciones entre Rusia y Estados Unidos es el mejoramiento de los vínculos económicos, el comercio y la inversión bilaterales.  

El viceprimer ministro, Sergei Ivanov, dijo que los asuntos de seguridad son importantes en las relaciones entre las dos importantes potencias pero a menos que hayan fuertes lazos económicos las relaciones ruso-estadounidenses no serán cimentadas.   Cuando Barack Obama asumió la presidencia a principios de 2009, se comprometió a “reparar” las relaciones con Moscú.

El principal punto para los esfuerzos de Obama era un nuevo tratado de control de armamentos START, que entró en vigencia en febrero. Actualmente los jefes de defensa estadounidense y ruso tratan de resolver diferencias sobre un planeado sistema de defensa misilera en Europa.  

Ivanov dijo en una entrevista después de un discurso en el Consejo de Relaciones Exteriores, que el sistema de defensa podría ser el próximo en la “reparación” ruso-estadounidense.  

 “Pero si usted me pregunta cuál es el próximo paso, estoy totalmente convencido que no es seguridad, es la economía, el desarrollo de alta tecnología y sus inversiones”, destacó.  

Ivanov dijo que la historia de las relaciones ruso estadounidenses se ha centrado casi en su totalidad sobre asuntos de seguridad.   Destacó que en 2010, el comercio bilateral entre Rusia y Estados Unidos fue de un total de 23.500 millones de dólares.  

Las exportaciones de Rusia ascendieron a 12.400 millones de dólares, dominados por crudo y gas mientras que las exportaciones estadounidenses fueron de 11.100 millones de dólares, principalmente de maquinaria y productos alimenticios, agregó.  

Eso significa que Estados Unidos es el octavo socio comercial de Rusia, mientras que Rusia ni siquiera figura entre los principales 20 aliados económicos de Estados Unidos, destacó Ivanov.   “¿No es esa es una verguenza?”, preguntó Ivanov.

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