Fomentar el uso de energías limpias en los hogares y en las empresas, también  promover la coordinación de acciones en las naciones   para responder con eficacia a  emergencias, son parte de los puntos de la Declaración de Santo Domingo para el Desarrollo Sostenible de las Américas.

La declaración fue firmada por  la mayoría de los  34 países que asistieron  a la II Reunión de Ministros y Altas Autoridades de Desarrollo Sostenible que se comprometieron  llevar a cabo una serie  de acciones tendentes a conservar los recursos naturales.

   La reunión de ministros  que concluyó ayer, se inició el pasado miércoles en la Cancillería con la participación de 34 naciones miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Los delegados  se comprometieron a  incorporar la gestión integrar de riesgos de desastres en la agenda pública de esos Estados y promover la  coordinación internacional y regional para responder de manera eficaz y eficiente ante situaciones de emergencia.

 Sobre la  energía limpia, la Declaración de Santo Domingo establece “fomentar esfuerzos para desarrollar sistemas de energía más limpios, asequibles, renovables y sostenibles para promover el acceso a la  tecnología y prácticas energéticas eficientes”. Entre otros puntos la declaración establece que “promover una nueva cultura sobre desarrollo sostenible basada en la armonía entre lo económico, lo social y lo ambiental, a través de procesos de sensibilización”.

  Un documento enviado a los medios por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, Juan Temístocles Montás,  indica que “la delegación de Bolivia lamentó no firmar la declaración final, y tener que tomar una decisión así  en una reunión organizada en Santo Domingo, en medio de un pueblo que dispensa exquisita hospitalidad”.     

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  Menos pobres

Se comprometieron a  erradicar la pobreza como parte  del desarrollo sostenible de las naciones, acorde con los  vínculos entre la vulnerabilidad, la pobreza, inequidad, degradación ambiental y desastres. Una de las  metas  es aprovechar  los recursos naturales para aumentar el acceso a la  riqueza y el bienestar de las personas sin  dañar el medio ambiente y con ello la especie humana.