Miopía: Líbrarte en poco tiempo  de esta condición visual

Miopía: Líbrarte en poco tiempo  de esta condición visual

Podemos decir que la miopía tiene un componente hereditario. Es decir que es más probable que de padres miopes salgan hijos miopes, que no de padres no miopes. Yo añadiría que es la «predisposición» a la miopía lo que realmente heredamos. Y enlazando con ésto:   El ojo se hace miope simplemente para que el esfuerzo en visión cercana sea menor. Es decir, se sacrifica visión de lejos para obtener mayor comodidad en el cerca. Pero ¿qué sucede si se le corrige al niño la miopía en su totalidad? Pues, sencillamente se restaura la situación anterior, y si el ojo «da de si», se hará aún más miope. Y es por éllo por lo que suele corregir algo menos del total de la miopía, para dar comodidad para la visión de cerca. Incluso, en determinados casos se suele corregir con lentes bifocales, con una graduación para el lejos y otra para el cerca.  Así, se puede concluir que «la miopía es la adaptación típica del sistema visual a la visión de cerca», pues como ya vimos, el ojo humano está preparado para una actividad esencialmente a distancia, con la posibilidad de adaptarse, por la acomodación, a la visión próxima. 

Si el ojo no «da de si»(no tiene predisposición miópica), pueden aparecer otros problemas, como molestias, cansancio, rechazo a la lectura, etc., que precisan de otro tipo de correcciones.  La Miopía se puede corregir con gafas o lentes de contacto. 

Ahora bien, desde siempre se ha estudiado el método de eliminar la miopía y evitar el uso de lentes correctoras. Citaremos algunos de éllos: Antiguamente había maneras bastantes curiosas: La más traumática era sencillamente extraer el cristalino en casos de miopías altas, de 10-15 dioptrías, que viene a ser la potencia dióptrica del mismo. Otra curiosa manera era extraer la córnea, congelarla y moldearla para variar su curvatura y eliminar así el problema. De ahí a la queratotomía radial solo había un paso. Este método consiste en hacer incisiones radiales en la córnea, para de ese modo variar su curvatura y darle menos potencia, para que las imágenes se formen en la retina.

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Y llegamos a la técnica más utilizada hoy en día, que es en líneas generales similar a la anterior pero ejecutada con láser y hechos los cálculos apropiados con modernos y complejos sistemas de ordenadores. 

 Pero, ¿es conveniente operarse? Bueno, bueno, esto es delicado. Lo primero que hay que decir que cada caso es distinto y que se hace imprescindible el hacerse examinar y aconsejar por un oftalmólogo de total confianza para uno mismo. Depende, pues lo cierto es que los únicos inconvenientes que se plantean son los propios de cualquier intervención quirúrgica (la cual no deja de ser una «agresión» a un ojo sano) Hay que sumar otro «riesgo»: Aún falta constatar el comportamiento de una córnea operada tras un largo periodo de tiempo (muchos años). Aunque en este aspecto las perspectivas parecen buenas. Así que hay que sumar todo en cada caso y valorar si merece la pena o no, aunque entiendo que haya personas que no lo soporten tan bien, y éllo les suponga una considerable merma en su calidad de vida. Ahí habría que plantearse seriamente esta opción. Asimismo, hay que considerar que no siempre es posible la reducción en un 100 por 100, quedando un resto de miopía o astigmatismo, aunque, lógicamente no será lo mismo.

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