POR ISAOLYM MIESES
Promover y consolidar la participación de la banca privada en el financiamiento de las Mipymes (Micros, Pequeñas y Medianas Empresas), así como trabajar por el incremento sustancial de la cartera de préstamos de PROMIPYME destinados a programas de financiamiento para desarrollo y creación de empresas, forman parte importante del paquete de propuestas diseñadas por la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresa (CODOPYME), junto al Programa de Apoyo a la Pequeña Empresa Dominicana (PROEMPRESA).

Al articularse con el propósito de elaborar un “Plan Nacional de Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa en la República Dominicana”, durante la celebración de la “Primera Convención Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa”, identificaron la importancia de promover un incremento sustancial de la cartera de préstamos de PROMIPYME destinados a  programas de financiamiento para el desarrollo y creación de empresas. Igualmente, consideran importante la implementación del fondo de garantías para facilitar el acceso al financiamiento, el aumento de los plazos de pago para empresas industriales con fondos públicos, el fortalecimiento de operaciones de segundo piso para proveer fondos a través de cooperativas e instituciones de micro crédito y el aumento de la cantidad de recursos para la implementación de programas innovadores de apoyo a la producción.

Según explicó el presidente de CODOPYME, William Robert Calderón, el sector que representa entiende importante que el presupuesto sea asignado, basado en las aportaciones del sector al PIB y  a la evolución  y necesidades del mismo, además de que el 10% de éste sea asignado a la ventanilla de creación de empresas.

“En cuanto a la implementación del fondo de garantías para facilitar el acceso al  financiamiento, la estrategia consiste en crear un Sistema Nacional de Garantías, como una instancia independiente,  con participación de capital privado (cooperativas, bancas, entidades de desarrollo empresarial y apoyo al sector, Organizaciones No Gubernamentales, ONGs)”.

Explicó que ya se está haciendo una alianza estratégica entre el Consejo Nacional de Competitividad (CNC) el Banco Nacional de la Vivienda (BNV), PROMIPIME y CODOPYME.

 “Esta estrategia permitirá que los empresarios puedan ir a cualquier institución financiera autorizada, a tomar préstamos sin garantías prendarias o hipotecarias, sujetos a ciertos reglamentos que deberán cumplir el prestatario. Esto va a permitir que la demanda de financiamiento de la pequeña empresa pueda ser satisfecha en un 30% anual en un corto plazo”.

El evento

Los pequeños y microempresarios se reunieron con el objetivo de juntar a los principales actores que inciden en el sector, tales como dirigentes empresariales, empresarios, instituciones públicas relacionadas, organismos internacionales, ONGs y proveedores de servicios financieros y no financieros de apoyo al sector, a fin de discutir la situación actual del sector de la pequeña y mediana empresa, los retos, amenazas y oportunidades que el mismo enfrentará en los próximos años.

Tienen claro que las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) constituyen un soporte importante de la economía dominicana, “toda vez que contribuyen a la generación de empleos productivos, aportan significativamente a la conformación del Producto Interno Bruto y crean un ambiente favorable para la estabilidad social de la nación”.

Estas razones, junto a los retos que representa la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica (DR-CAFTA), motivaron a la CODOPYME y al PROEMPRESA.

El plan contiene cuatro componentes principales que forman su marco legal e institucional, estrategias de competitividad, servicios financieros y servicios de desarrollo empresariales (capacitación y asesoría técnica).

Según explicó Calderón, con la elaboración de este plan se persigue contribuir al desarrollo sostenible nacional, a través de la coordinación de esfuerzos del sector público y privado, tendentes a garantizar la implementación de políticas, estrategias, planes y acciones que contribuyan a mejorar las condiciones del entorno de negocios y a facilitar el acceso a servicios que potencialicen las capacidades del sector Pyme, elevando su productividad y competitividad.

“Nuestra intención es convertir el documento en una publicación para que sea distribuida entre los actores de los diferentes partidos políticos. Esto les puede servir de alimento para que a la hora de elaborar y diseñar propuestas de gobierno y planes de desarrollo para el sector de la pequeña empresa, puedan disponer de un detalle de nuestras necesidades”.

Según consta en esta planificación, históricamente en la República Dominicana se ha establecido un amplio debate en cuanto a las políticas que pudieran fomentar el desarrollo de las microempresas y de las pequeñas empresas.

“Se cuenta con algunos estudios, propuestas surgidas de amplios debates y se ha logrado un amplio consenso sobre la importancia de definir e impulsar políticas y planes integrales que fomenten el desarrollo de este importante sector”.

La entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centro América y la República Dominicana (DR-CAFTA), involucra grandes implicaciones para todo el aparato productivo nacional, pero de manera particular, las empresas de menor tamaño tendrán que enfrentar grandes retos.

“Estas están llamadas a implementar estrategias de competitividad que les permitan afrontar los riesgos y aprovechar las oportunidades que se desprenden de este trascendental hecho. Estas estrategias deberán ser definidas y desarrolladas de forma conjunta entre las instituciones públicas y privadas que trabajan con el sector”.

Debilidad estatal

Calderón también explica que el Estado dominicano se ha caracterizado por la ausencia de políticas públicas integrales y coherentes que fomenten el desarrollo sostenido de las Mipymes, en todas y cada una de las regiones y provincias del país.

“De igual manera, en el país existen importantes debilidades y obstáculos institucionales  que dificultan el desarrollo de estrategias y acciones en beneficio de las unidades económicas de menor tamaño relativo, tanto a nivel rural como urbano, y sin distinción de género. Esto se expresa en las dificultades que enfrentan las empresas del sector para acceder a servicios financieros y no financieros, en la cantidad y calidad requeridos”.

También a contribuir al desarrollo sostenible nacional, a través de la coordinación de esfuerzos del sector público y privado, tendentes a garantizar la implementación de políticas, estrategias, planes y acciones que contribuyan a mejorar las condiciones del entorno de negocios y facilitar el acceso a servicios que potencialicen las capacidades del sector MIPYME, elevando su productividad y competitividad.

En materia legal e institucional, entre otros aspectos, se pretende garantizar la estabilidad macroeconómica; poner en marcha un verdadero plan para enfrentar con éxito la crisis del sistema energético nacional, con metas y plazos claramente definidos; tomar medidas que contribuya a reducir la tasa de interés de los préstamos; lograr la aprobación por parte del Congreso de la República de una ley para el fomento de las Mipymes; apoyar la creación de la ley que convierta a Promipyme, en organismo rector del sector mipyme; establecer un registro mercantil especial para mipymes; crear registros estadísticos del sector y promover la edición del reglamento de impuestos internos  para aquellas empresa con ventas hasta RD$5, 000,000.

Implementación del plan 

Según explicó el presidente de la CODOPYME, William Robert Calderón, tras el diseño y creación del Plan Nacional de Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa en la República Dominicana, los líderes del sector de las Mypimes no se cruzarán de brazos.

Ya celebraron la “Primera Convención Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa”, donde pusieron los puntos sobres las íes en este documento. El paso siguiente es la creación de un equipo interinstitucional para la elaboración y seguimiento de un plan nacional de desarrollo para el sector Mipyme y el establecimiento de un “Sistema de Seguimiento, Monitoreo y Evaluación de la Ejecución del Plan”, que contribuya a alcanzar las metas definidas.