Tokio. La desaparición de imágenes, en un mundo saturado de ellas, protagoniza el último espectáculo de música y pintura en directo del artista español Miquel Barceló, que se estrena hoy en la ciudad japonesa de Kioto (oeste).
“Continuamente vemos aparecer imágenes, pero pocas veces somos conscientes de verlas desaparecer (…). Siempre hay una gran belleza en las cosas que desaparecen”, explica a Efe el pintor y escultor mallorquín.
Con el castillo Nijo (uno de los monumentos más destacados de Kioto) como telón de fondo, el agua se convierte en la particular materia prima de “La imagen fantasma» una tela de más de 10 metros de longitud se vuelve negra tras el contacto con el líquido incoloro.
Mientras el artista español vivo más cotizado improvisa frente a este particular lienzo, su compañero, el músico francés Pascal Comelade, hace lo propio frente a un piano.
Después de unos veinte minutos aunque el tiempo de evaporación depende de la humedad del ambiente, la imagen creada comienza a disiparse y queda solo en el recuerdo de los espectadores, algo que Barceló (Felanitx, 1957) considera “un poco ‘zen’, el mirar hacia la nada».
“La imagen fantasma” llega a Kioto tras representarse previamente solo en el Museo Picasso de París, ya que Barceló busca mantener “esa vitalidad de las cosas que no se han repetido muchas veces».
“Me gusta que sea así, muy espontáneo. Es el grado cero de la pintura”, defiende el autor. Este proyecto, que una especie de “revelado, una fotografía hecha a mano”, se enmarca dentro del Festival Internacional de Fotografía Kyotographie, que comenzó este sábado en Kioto (oeste), y donde también participa la fotógrafa española Isabel Muñoz.
Barceló, quien dice disfrutar de las películas, la literatura y la gastronomía niponas, reconoce que el origen de este espectáculo está en el país del sol naciente, ya que descubrió esta tela única en un monasterio de Japón casi una década.
Además, añade que son este tipo de “materiales físicos” con los que tiene “más empatía».
“Este mundo plano y del digital me provoca melancolía. Tengo muchos amigos que dibujan con tableta, pero a mí me aburre mucho. Prefiero un papel, poder agujerear, hacer que brille la tinta… Para mí la pintura es tener un contacto directo con la realidad”, concluye.
El artista cierra su participación en el certamen japonés con una charla junto al profesor nipón Yasuo Kobayashi autor del primer libro en japonés sobre la obra de Barceló sobre la cueva de Chauvet (Francia), que contiene unas de las más antiguas pinturas rupestres conocidas, y que han influido el trabajo del creador mallorquín.
“La imagen fantasma” viajará próximamente a la Universidad de Salamanca, donde coincidirá con la exposición de ochenta obras inéditas del artista español con motivo del VIII Centenario de la fundación de la institución, que se celebra en 2018.
Barceló ha recibido, entre otros, el Premio Nacional de Artes Plásticas (1986), el Príncipe de Asturias de las Artes (2003) y el premio Sorolla de la Hispanic Society of America de Nueva York (2007), y ha sido nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (2012).