El asalto en el parque Mirador Sur a un hombre de 70 años de nacionalidad española para despojarlo de la bicicleta que utilizaba para ejercitarse revivió recuerdos de uno de los principales males que han afectado a esta área verde del Distrito Nacional.
Pese a que hace unos años la delincuencia mantenía en zozobra a los usuarios del parque, en la actualidad los visitantes más asiduos del área verde consideran que un asalto a las 4:30 de la tarde, como le ocurrió al español, puede catalogarse como un hecho aislado debido al constante patrullaje de los agentes del orden a esa hora.
“Eso no se ve todos los días, ni siquiera de noche. El patrullaje es muy bueno, más o menos cada cinco minutos se ve cruzando a una patrulla”, dice Dariel Abreu, un joven que frecuenta el Mirador Sur para entrenarse.
Este parque ecológico, considerado junto al Jardín Botánico Nacional, como uno de los pulmones de la capital, es vigilado por la Policía Municipal, Policía Nacional y militares adscritos a la Fuerza de Tarea Ciudad Tranquila (Ciutran).
No obstante, algunos reconocen que el parque puede volverse un sitio inseguro cuando escasea el flujo de personas y patrullas, especialmente entre el mediodía y las 3:00 de la tarde.
“En ese horario no circula casi nadie por aquí, eso es hora muerta prácticamente”, expresa Smith de los Santos, un comerciante de alimentos del parque.
Augusto Alcántara, quien vende agua en esta área recreativa desde hace 25 años, recomienda a las personas ir a caminar solo durante las horas concurridas para exponerse menos a los riesgos de la inseguridad.
Mejora sustancial. Adolfo Valdez, un entrenador conocido como “el Masi”, cuenta que a partir de la gestión de David Collado fue que el parque vio reducir la frecuencia de los delitos, luego de que este alcalde decidiera aumentar la iluminación de la zona.
Sin embargo, advierte que el área cercana a las escaleras que dan con el parque son las más peligrosas porque estas conectan con algunas zonas marginadas del sur del Distrito Nacional.