Cuando pensamos en decoración nos centramos en paredes, mobiliario y hasta el piso, pero mirar al techo, pocas veces lo hacemos. Podemos lograr un punto focal muy interesante y una buena alternativa a lo que estamos acostumbrados a ver.

Podemos trabajar los techos en varios contextos de la casa como el comedor o el dormitorio o la sala. Hay que tomar en cuenta el mobiliario y el estilo decorativo que se va a quedar en la estancia para equilibrar con el trabajo en el techo. Si nos vamos a poner atrevidos arriba, trabajemos el resto con colores neutros o manteniendo variaciones dentro de la misma tonalidad.

Son muchas las opciones que podemos usar en los techos, desde cambiar el color, que a pesar de parecer una idea simple, puede lograr un cambio de estilo importante. Se puede escoger un color sólido o intentar patrones como de rayas por ejemplo.

En áreas comerciales o de oficinas puede resultar bien atractivo colocar paneles en los techos, si se disponen a diferentes alturas y se juega con las dimensiones y los colores resulta un recurso que aporta movimiento y estructura al diseño. También es buena idea en habitaciones infantiles y cuartos de juego o estar familiar.

Con telas dispuestas en forma de drapeado sostenidas a ambos lados de una habitación se logra un aire romántico y de relajación pues suavizamos las líneas fuertes y hacemos una escala más humana.

Igual que en las paredes los techos pueden tapizarse o revestirse. Como en la burguesía europea antigua se iguala ese aspecto de lujo ya sea utilizando paneles o entelando directamente el techo.

Las vigas en madera o cemento que se dejan vistas también decoran nuestros techos. Paneles de madera o de pvc pueden ayudarte a cambiar el aspecto de cualquier área. Volvemos a la clave de mantener el equilibrio, si vamos a decorar nuestros techos tenemos que mantener el estilo decorativo o mantener un perfil bajo en el resto de la estancia para lograr ese punto focal de impacto que queremos lograr mirando hacia arriba.