Miremos hacia las pymes

Miremos hacia las pymes

La economía de un país, la macroeconomía como usualmente se le define, es la suma de toda la actividad productiva y comercial de grandes pequeños y medianos capitales que coinciden en un mercado en el cual la competencia y el acceso a las oportunidades de soporte son determinantes para las inversiones.

Por razones de economía de escala, son disímiles las condiciones que determinan que las inversiones puedan ser sustentables o que sucumban ante las fuerzas de un mercado que tiene como principales factores oferta y demanda, por un lado, y restricciones o facilidades de acceso a las oportunidades por el otro.

Pero las mismas razones anteriores determinan también que las pequeñas y medianas empresas, o «pymes» como ha sido abreviada esta denominación, sean más vulnerables a los cambios de la economía y, por tanto, susceptibles de sucumbir o estancarse.

-II-

Estas consideraciones hacen razonable el reclamo de la Cámara de Comercio de Santo Domingo, de que sea mejorada la atención hacia las pymes, en el entendido de que las mismas requieren condiciones especiales para poder sustentarse como medios de producción de bienes y servicios y, por ende, como fuentes de empleo.

Generalmente las pymes enfrentan dificultades para el acceso a financiamientos que no enfrentan las empresas de grandes capitales. Semejante desigualdad está determinada por la forma en que opera la economía de escala a la hora de valorar las condiciones de los sujetos de crédito.

De ahí que las grandes economías se esfuercen por sustentar programas especializados de asistencia técnica y financiera en beneficio de las pymes, pues éstas juegan un papel social bastante importante para la economía.

Las pymes, definitivamente, requieren tratamiento especial por medio de políticas de Estado que les garanticen asesoramiento oportuno y buena supervisión para mejorar sus calificaciones crediticias y, por tanto, facilitarles acceso a fuentes de  financiamiento que les permitan sobrevivir y expandirse.

-III-

Podría resultar interesante que el Gobierno y las asociaciones que agrupan a las pymes diseñen estrategias que permitan eslabonar grupos de pequeñas y medianas empresas en la modalidad de clusters para mejorar su capacidad de competencia y sus posibilidades de exportación de bienes.

Estos ensambles estratégicos, que están en boga como parte de las adecuaciones que se hacen para entrar en el DR-CAFTA, garantizarían a pequeñas y medianas empresas mejores oportunidades para desenvolverse en los mercados.

Y los clusters son solamente una modalidad de fortalecimiento para las pymes. La cuestión es que el Estado, con una adecuada supervisión, debe mejorar las condiciones de sustentación para estas unidades económicas que aligeran muchas presiones sociales a través de sus fuentes de trabajo.

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