Se acerca el año 2013 a pasos  agigantados, dejando atrás el 2012, con su pesada carga de frustraciones, miserias, corrupción,  crímenes, impunidades y violaciones flagrantes a la Constitución y las leyes.

Parece razonable ser optimistas y hacer un listado de buenos deseos para el país, que aumenten las expectativas de cambios favorables, que bien merece nuestro pueblo.

A ese respecto, yo adelanto mi lista, de trece para hacer honor  al año calendario que estrenaremos al finalizar el día de mañana.

Veamos:       

1. Que se dé apoyo real, sin privilegios irritantes, a la producción agropecuaria, manufacturera y de la construcción, con y para los dominicanos que sea para el consumo local y la exportación, en esas áreas en que se generan realmente el empleo y la riqueza nacional.

2. Que se cambie de una vez por todas esa estafa mayúscula contra el pueblo dominicano que es el contrato con la Barrick Gold, ya que  aportamos el mineral, el terreno, el deterioro ecológico y hasta la garantía de préstamos, a cambio del 3.5% del oro, hoy en día sobre los US$1,700 la onza, hasta que ellos decidan que han pagado su inversión, gracias a  la más sucia operación  de gobierno desde que los indígenas recibieron baratijas por pepitas de oro hace más de 5 siglos.

3. Que se financie masivamente y se asesore a las pequeñas empresas, de manera que se reduzcan drásticamente el desempleo y el subempleo que hoy azotan a la población.

4. Que el 4% del PIB para la educación deje de ser un número mágico y se convierta en un movimiento de reivindicación de base moral y técnica, que haga posible por doquier la aparición de escuelas, maestros calificados, enseñanza supervisada, horarios suficientes, con objetivos claros de desarrollo humano y económico.

5. Que la salud y la seguridad social sean una realidad para la gran mayoría de los dominicanos y no para una fracción privilegiada.

6. Que la seguridad individual no esté constantemente amenazada por la delincuencia impune, la  brutalidad policial, la extorsión y la indiferencia oficial.

7. Que la energía deje de ser  un lujo casi imposible y una retranca para el desarrollo del país.

8. Que los problemas del transporte sean tomados en serio, para resolverlos y no para demagogia.

9. Que los puestos diplomáticos  y la mayor parte de los altos cargos no sean una patente de vagancia lujosa para los cercanos al poder.

10. Que la corrupción y la impunidad no sean moneda de curso legal en el  país.

11. Que los partidos políticos no sean patrimonio de caudillos y aspirantes a caudillos.

12. Que se respete y se haga respetar a las instituciones y leyes que protegen la igualdad ante la ley.

13. Que haya una Ley Electoral y una ley de Partidos Políticos, así como su cumplimiento haga de este  un país con vocación de futuro democrático y pacífico,  gracias al sufragio efectivo.

Estos son los 13 deseos que me animan en vísperas de llegar el año 2013…