Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
Yo no sé de política ni de economía, pero tampoco me hace falta ser un especialista en esas disciplinas para saber cómo conjurar las crisis que nos acogotan.
Con razón dicen que los economistas son aquellos que mañana nos explicarán por qué hoy no funcionaron las cosas como ellos las explicaron ayer. Y que los políticos son los que convierten un problema de fácil solución en uno totalmente insoluble.
¿Cómo resolver el déficit presupuestario que se prevé para el 2007, sin necesidad de castigar a la población con nuevos impuestos que ya han sido unánimemente rechazados?
La respuesta es digna de Perogrullo: gastando menos y privándonos de algunos placeres y comodidades. Ya lo dijo el ex presidente peruano Alejandro Toledo: la solución está en gastar lo que se tiene, no lo que se aspira a tener.
Cualquier ama de casa de escasos recursos actuaría mejor que muchos estadistas y sabihondos economistas. Si hoy los chelitos no alcanzan para ensalada… comeremos sin ensalada. Mañana será otro día.
Preparémonos con esa filosofía para el 2007. Recortemos los gastos oficiales. Eficienticemos los cobros de los impuestos existentes. Castiguemos a los evasores. Seamos austeros.
