Mis Buenos Días
¡Anda pal carajo!

<p><strong>Mis Buenos Días<br/></strong>¡Anda pal carajo!</p>

POR RAFAEL MOLINA MORILLO
Aunque las medidas enumeradas en el proyecto de Ley de Austeridad sometido al Congreso Nacional no eran todas las que se pudieron adoptar, parecían dar, sin embargo, una señal de que el gobierno y el partido en el poder están interesados en contribuir a equilibrar la economía, aún sea a cambio de asumir algunos sacrificios.

“Del lobo, un pelo”, dice el refrán, indicando con ello que, si no podemos atrapar al lobo entero, podemos conformarnos con arrancarle aunque sea un pelo. Aplicado el refrán al caso de la Ley de Austeridad, comencé a leer con cierto beneplácito la crónica que relataba la correspondiente sesión del Senado.

“¡Mira qué bien! -me dije para mis adentros-, “los senadores han aprobado las rebajas de sueldos a los funcionarios públicos, la prohibición de financiar vehículos para los empleados, la limitación del uso de vehiculos oficiales en fines de semana, el fin del disfrute indiscriminado de celulares, la reglamentación de los viajes en primera clase, la reducción de las escoltas abultadas.”

Pero, ¡anda pal carajo!, hasta ahí llegó tanta belleza. pues los señores senadores, esos que se autoproclaman representantes  suyos -amigos lectores- y míos, rechazaron la parte del proyecto de Ley de Austeridad que proponía suprimir una de las dos exoneraciones abiertas para importar vehículos que les corresponden por periodo constitucional, en virtud, por cierto, de otra ley dictada por ellos mismos en su propio y exclusivo beneficio.

En otras palabras: “Austeridad para ustedes, pero no para nosotros”.

Hablando de refranes, hay otro muy apropiado para esta situación: “El que hace la ley, hace la trampa”.

(r.molina@verizon.net.do)

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