POR RAFAEL MOLINA MORILLO
Si hubiera que escribir un libro sobre “Cómo ganar repulsa y antipatía”, lo más propio sería llamar a los seudo-dirigentes choferiles que se hacen millonarios con el falso estandarte gremial, y pedirles a ellos que lo escriban.

Las recientes declaraciones atribuídas a Juan Hubieres no pueden ser más arrogantes, atrevidas ni desfiantes. Él, junto a su ex rival y ahora compañero de exigencias Antonio Marte, parece que quieren justificar el título de “Dueños del País” que sarcásticamente le han adjudicado algunos medios de comunicación.

Pero ¿qué se han creído? Hablan de paralizar la República como si hablaran de cerrar un ventorrillo, a menos que se satisfacen sus demandas de nuevos subsidios para sus gremios. Hubieres, cual Dios del Bien y del Mal, advierte que a ellos no los detiene nada, ni los palos ni la cárcel. Ellos son, en pocas palabras, los fenómenos de la matica.

Antonio Marte, por su parte, olvidando al parecer que todavía tiene cuentas pendientes con la Justicia por el escándalo Renove, y que debería estar más mansito por razones de delicadeza, se suma a las amenazas con igual petulancia que su flamante asociado.

Mientras tanto, el gobierno sigue permitiendo estos abusos de fuerza, a pesar de que se trata de un servicio público en el cual el Estado puede legítimamente intervenir para evitar mayores inconvenientes a la ciudadanía.

Ojalá que siquiera por una sola vez, el Estado se pare en dos patas y mande a estos seudo-líderes a freir buñuelos.
(r.molina@verizon.net.do)