Hoy 
POR RAFAEL MOLINA MORILLO
No va a ser fácil la aprobación de la reforma constitucional por parte de la Asamblea Nacional. Y menos ahora, que una buena parte de los senadores y diputados están descontentos por aquello de que se quiere que no le pongan la mano al proyecto de reforma, ni para quitarle ni para ponerle nada.
Los cambios que finalmente recomiende la comisión especial que trabaja en la actualización de la Carta Magna, tendrán que ser aprobadas por lo menos por las dos terceras partes de los votos, y ninguno de los partidos politicos con representación congresional cuenta con esa mayoría. Se imponen, pues, los acuerdos y alianzas, lo que resulta algo improbable dadas las diferencias de criterio existentes entre las fuerzas políticas de la Nación.
Tiene, pues, que hilar muy fino el presidente Leonel Fernández para persuadir a los legisladores de su partido y a los ajenos, a fin de poner en vigencia las nuevas reglas de convivencica social.
Los días que se avecinan son cruciales para el destino de la Constitución. Ella necesita ser revisada, de ello no cabe la menor duda. Cuando seamos capaces de lograrlo, lo importante es que haya sido fruto del esfuerzo, el civismo y la solidaridad de sus hijos, por encima de los intereses partidarios.(r.molina@verizon.net.do).
