Mis Buenos Días
Sobre las tres crisis

<p><strong>Mis Buenos Días<br/></strong>Sobre las tres crisis</p>

POR RAFAEL MOLINA MORILLO
Luis E. Minaya M., psicólogo, me escribe sobre el tema de las tres crisis que he venido desarrollando últimamente. Esto es lo que opina el citado profesional:

”El pasado 19 de enero –escribe- lei en su columna  “Mis Buenos Días” sus comentarios sobre Las tres crisis: Económica, Política y Moral. Se lamentaba -todos nos lamentamos- de ‘la limitada capacidad cultural de la mayoría de los actores en la vida política’, y terminaba su artículo ‘con la esperanza de que al combate de la crisis moral se le conceda la atención que merece’.

”Ese mismo día en la sección El País aparecían los siguientes titulares: ‘Rector APEC ve fracasado sistema educativo’; ‘Monseñor Benito Angeles aboga fomentar la educación en valores’; ‘Molina Morillo pondera efectos crisis moral’. En esta conferencia usted destacó el papel de los medio de comunicación masiva ‘como instrumento para cimentar..y transmitir el sentido de los valores’ y a seguidas señala que ‘tambien alli -en los medios- causa estragos la inmorallidad’.  Mas adelante afirma  que ‘es una utopía pretender borrar la inmoralidad de los medios’.

”Creo -con usted- que la inmoralidad lo ha invadido todo. En lo que me permito disentir es en que la crisis cuasa estragos en los medios de comunicación, es todo lo contrario: los medios de comunicación sustentan su economía en la crisis moral,  es decir viven de ella, les es rentable. Basta ver los periódicos (Ver portada del Hoy del 29-01-07). Un ‘¿músico?’  nuestro osó vestirse de cardenal, y este periódico le dedicó una página full color completa. La sociedad civil, la iglesia, ‘la coctelera de Hoy’ y otros sectores criticaron la actitud de los sindicatos choferiles: el periódico los invitó y les dedicó 2 paginas y al día siguiente el Presidente de la República los recibe y el periódico los coloca en 1era página.

”Sr. Molina, mientras la Crisis Moral sea rentable para los mismos medios tendremos la utopía. Quienes verdaderamente queremos luchar -y somos muchos- contra la crisis no tenemos espacio, ni medios, ni poder: no somos rentables.”

Hasta aquí la carta del amigo lector. No creo que haya mucha diferencia entre su sentimiento y el mío. La meta a la que aspiramos sigue siendo una utopía, pero una utopía por la cual tenemos que seguir luchando, y no renunciar a ella por difícil que parezca su realización.
(r.molina@verizon.net.do).

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