Mis buenos días

Mis buenos días

RAFAEL MOLINA MORILLO
¿Es un muro gigantesco a lo largo de la frontera una solución para lo que se ha dado en llamar el “problema haitiano”?
Antes de responder, habría que preguntarse: ¿Existe el “problema haitiano”¼ o lo que hay es un “problema dominicano”?

¿Por qué no podemos frenar la inmigración ilegal haitiana? ¿Por qué el obrero haitiano desplaza al criollo en las construcciones y en los campos? ¿Por qué no hay un criterio claro sobre la nacionalidad de los hijos de haitianos nacidos aquí, a pesar de lo que estipula la Constitución? ¿Por qué las esquinas de nuestras ciudades están invadidas por mendigos haitianos, seguramente indocumentados?

Todo parece indicar que nuestras autoridades no ponen todo su empeño en resolver esos casos, mientras la ocupación pacífica de este país por parte de los inmigrantes haitianos progresa dia tras dia.

No soy de los que quieren levantar un muro gigantesco en la frontera, ni de los partidarios de crear una franja minada de una punta a la otra. Por el contrario, soy respetuoso con nuestros vecinos del Oeste y pienso que debemos ser generosos  y prestarles ayuda humanitaria organizada. Debemos ejercer, además, nuestro derecho a preservarnos como nación.

El asunto merece pensarse bien y ponderarse mejor. Con seriedad, sin prejuicios, pero también sin debilidades. No ofrezco solución, porque no la tengo. Pienso, sin embargo, que debemos comenzar por aceptar que “el problema” no es haitiano, sino dominicano, y como tal, toca a nosotros, y solo a nosotros, resolverlo.

(r.molina@verizon.net.do)

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