Mis Buenos Dias

Mis Buenos Dias

RAFAEL MOLINA MORILLO
Quizás sea prematuro o exagerado alimentar una esperanza sobre la base de un indicio todavía débil. Pero no niego que allá, en el fondo de mi corazón, siento extraños latidos que parecen significar el comienzo del fin de la impunidad en nuestro país.

La sentencia de la juez Casasnovas podrá no ser un dechado de justicia pura, pero marca un hito en medio del tímido escenario judicial dominicano. Ha merecido, la sentencia, los enjuiciamientos más diversos. Mientras Hipólito lo considera un “fallo politiquero”, el presidente de su propio partido afirma que, si al final se demuestra que los “compañeros” son culpables, serán expulsados de sus filas. Euclides, por su lado, encontró la sentencia “muy benigna”, coincidiendo así con Participación Ciudadana que esperaba “más firmeza” y “sanciones más fuertes”.

Benigna o excesiva, la sentencia significa para mí un importante precedente, una señal que le dice a los funcionarios públicos: “Tarde o temprano te echaré el guante”.

Este no es, sin embargo, un grito de triunfo cual moderno Tarzán, con puñetazos en el pecho y todo. Para cantar victoria hace falta que, así como se juzga por sus malas artes a los funcionarios de gobiernos pasados, se haga lo mismo con los corruptos de ahora, aunque sean del mismo color político de los que tienen el poder en la mano.

“Todavía falta mucho por hacer”, como decía Hipólito, pero con sentencias valientes como la del plan Renove, me atrevería a exclamar que “e’ palante que vamos”, tomándole la frase prestada a Leonel.

(r.molina@verizon.net.do)

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