Mis buenos días

Mis buenos días

RAFAEL MOLINA MORILLO
Los promotores de una isla artificial frente al malecón han pedido reunirse en privado con la comisión senatorial que estudia el caso, supuestamente para explicar las “bondades” del proyecto. Y quieren que la susodicha cita en privado se efectúe antes de las vistas públicas que el Senado ha de celebrar.

¿Por qué en privado? ¿Con qué intenciones? ¿Por qué tanto misterio? ¿Qué pretenden exponer en esa reunión secreta, que no se pueda decir en público, a la luz del sol?

Desde el primer día, el proyecto de la isla artificial se ha manejado de espaldas al pueblo. Como una aplanadora, sin prestar atención a los urbanistas, ecologistas, sociólogos, ambientalistas, periodistas y ciudadanos en general que reiteradamente se han manifestado contrarios a la idea. La esperanza colectiva está cifrada en el Senado, que no debe dejarse sugestionar por ninguna influencia poderosa, al emitir su veredicto final.

Por lo pronto, para evitar suspicacias y sospechas bien fundadas, no debe haber reuniones privadas ni encuentros secretos. Nada de contubernios a la sombra. Claridad meridiana es lo que demanda el caso.

(r.molina@verizon.net.do)

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