Hoy 
Por Rafael Molina Morillo
Alguien falló ahí
A raíz de los incidentes que dieron lugar a unaprecipitada salida de Puerto Príncipe del presidente Leonel Fernández, no han faltado algunos que dicen por ahí que la visita del mandatario dominicano al vecinopaís fue imprudente. Yo no comparto ese criterio.
Por el contrario, desde que me enteré de que el
gobernante dominicano viajaría hacia la capital
haitiana, pensé que era un paso acertado e inteligente que habría de arrojar resultados positivos para elmejoramiento de las relaciones entre los dos países, puesto que dar la espalda a los problemas nocontribuye nunca a su solución.
En este aspecto soy partidario de que le brindemos apoyo a Leonel Fernández, al mismo tiempo de que éstedebe ser más definido en cuanto a nuestra política migratoria con Haití, aún dentro de un marco derespeto de los derechos humanos.
Por otra parte, hay que convenir en que alguien falló grandemente, aquí o en Haití, o en ambos lados de la frontera, porque no supieron prevenir y evitar la violencia generada en Puerto Principe contra nuestro país. Cada vez que un jefe de Estado se moviliza fuerade su territorio, hay que tener muy bien atados todos los detalles, y eso es responsabilidad tanto de la seguridad personal del presidente, como de los organismos correspondientes del país que va a ser visitado.
Que este incidente no genere odio ni alimente prejuicios contra Haití y los haitianos; pero, eso sí, que sirva de advertencia para que nos apresuremos en adoptar de una vez por todas, una política migratoria seria, formal y definitiva.
