POR RAFAEL MOLINA MORILLO
Anótese una pata, Procurador
No sé si todavía se usa la expresión de «anotarse una pata» para significar que se ha triunfado en algo. Pero no encuentro otra forma mejor para decirle al Procurador General de la República que su iniciativa para recoger los llamados «niños de la calle» en las principales ciudades del país, me ha impactado positivamente.

Lo que más me ha gustado es que esos pobres niños y adolescentes no van a ser maltratados ni humillados. Después de todo, ellos no tienen la culpa de verse empujados al abandono, la mendicidad o el tigueraje. Lejos de eso, lo que se propone en el plan es entregarlos a sus padres o tutores, quienes serán advertidos de la responsabilidad que deben asumir, so pena de ser sometidos a la acción judicial por violación de la ley 136-03 sobre protección a niños, niñas y adolescentes. En ese caso, los menores recibirán asistencia profesional bajo el cuidado del Estado.

No será tarea fácil. Precisamente por eso, se requiere del apoyo colectivo en esta misión que combina el humanitarismo con la justicia social. La Procuraduría no puede dejarse sola. Mientras tanto, le adelantamos este abrazo de adhesión y solidaridad.

(r.molina@verizon.net.do).