Hoy 
POR RAFAEL MOLINA MORILLO
He sido muy crítico de las actuaciones, en términos generales, de nuestro Congreso Nacional, cuyos integrantes, diputados y senadores, muchas veces exhiben una conducta reñida con la elevada investidura que conllevan sus funciones.
Pero si he de ser justo, y haciendo honor al dicho de que unas van de cal y otras van de arena, debo también reconocer sus aciertos, cuando los tienen.
En estos días el Congreso Nacional se ha lucido con la aprobación definitiva de la ley que garantiza el libre acceso de cualquier ciudadano a la información pública, donde quiera que ésta se encuentre, so pena de que un juez pueda imponer sanciones al funcionario que entorpezca o niegue la información solicitada.
Como si fuera poco, también va en vías de convertirse en ley el proyecto para erradicar el nepotismo en la administración pública, mediante la prohibición de que los funcionarios de alto nivel puedan nombrar familiares en su propio departamento, como ocurre ahora con marcada frecuencia.
Ambas piezas legislativas están llamadas a ser valiosas herramientas en la lucha contra la corrupción. Poco a poco avanzamos. A un precio muy alto, pero avanzamos. Solo resta que, cuando estas leyes entren en plena vigencia, la justicia actúe con imparcialidad y sin contemplaciones, para que no se conviertan en letra muerta. Esperemos que así sea.
————-
