Mis buenos días

Mis buenos días

RAFAEL MOLINA MORILLO
A Leonel, un lector muy especial

No puedo negar que mi vanidad se infla cuando el Presidente de la República me dice que lee habitualmente esta columna. Ello ha ocurrido tres veces, en otras tantas ocasiones en que he coincidido con él en algunos actos públicos. Y le creo, porque inclusive me ha comentado los temas tratados en este espacio.

Espero que hoy me lea también, porque en esta oportunidad tengo una petición directa para él, y tiene que ver con la famosa isla artificial.

Sucede que quienes están opuestos a la construcción de la isla falsa señalamos como “los malos de la película” a los promotores del proyecto, olvidando, aparentemente, que ellos son los que dan el frente, pero no están solos. Detrás de ellos está, nada más y nada menos, el Gobierno!

En nuestro afán por rebatir los argumentos que a favor de la isla artificial plantean sus promotores, perdemos de vista el importante detalle de que quien ha pedido la aprobación del Congreso es el mismísimo Señor Presidente de la República, doctor Leonel Antonio Fernández Reyna, con un mensaje al Senado que no puede ser más favorable para la bendita isla.

Entonces, yo, aprovechándome de que él suele leer esta columna (si no se ha cansado antes), le pido, con el mayor respeto y el más sincero deseo de que él quede bien ante la Historia y no sea recordado por las generaciones futuras como propiciador de un gran desastre, que le retire delicadamente su apoyo a tan repudiado y rechazado despropósito.

Presidente Fernández, se lo digo en serio y de corazón, yo, que políticamente no tengo hacha qué afilar. Pare esa barbaridad. No se deje embrujar con cantos de sirenas. En vez de sirenas, lo único que le pueden salir de las turbias aguas de la isla falsa son tiburones y pirañas.

(r.molina@verizon.net.do)

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