Mis buenos días

Mis buenos días

No es la primera vez que escribo sobre el tema del tránsito expedito y privilegiado de las ambulancias y los bomberos en las calles y avenidas de las ciudades.[tend]

Es mundialmente aceptado que tanto las ambulancias como los vehículos de bomberos deben tener vía libre para llegar cuanto antes a su destino, ya sea en misiones de rescate, salvamento, incendios y cualquier tipo de catástrofe. Todo aquel que, por encontrarse en medio del camino, entorpezca ese flujo salvador debe rápidamente dejarle paso y detenerse a un lado, para facilitar la pronta presencia del vehículo en cuestión en el lugar donde se le necesita.

En nuestro país, desgraciadamente, todavía no existe la cultura de la ambulancia ni la del carro de bomberos. Sus sirenas rasgan los aires, silvan, pitan, gritan, gimen… (y nada! Los carros, camiones y guaguas que van delante, se quedan impertérritos y no ceden el paso por nada del mundo.

Para colmo, he presenciado casos en que un tapón detiene a una fila donde hay una ambulancia trabada, y los policías de Amet tampoco hacen nada por contribuir a que la misma pueda salvar el obstáculo para cumplir su misión.

Usted, conductor o conductora, tome conciencia de esto: la próxima vez que, al alarido de una sirena de bomberos o ambulancia, usted se ponga a un lado y detenga el vehículo que maneja, posiblemente esté salvando una o más vidas. Muchas veces, uno, dos, tres o cinco minutos tarde, significan el último hálito… y usted puede hacer posible que no sea demasiado tarde.

(Salve vidas! (Ceda el paso!

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