MIS BUENOS DIAS
Al César, lo del César

MIS BUENOS DIAS <BR>Al César, lo del César

RAFAEL MOLINA MORILLO
Hemos sido y siempre seremos críticos de lo que consideramos que anda mal. Por ejemplo, de la Policía Nacional, porque en no pocos casos delincuenciales suelen participar miembros de esa institución, y no precisamente del lado de la ley y el orden.

Pero como al César hay que darle lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios, debemos reconocer como muy positiva la iniciativa del Secretario de Estado de Interior y Policía, doctor Franklin Almeyda Rancier, y del Jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, para poner en ejecución un eficaz plan de depuración de las filas del organismo policial.

No debe ser nada fácil depurar un cuerpo de 27,800 personas. Sobre todo si se tienen en cuenta los factores de conducta, educación, tiempo en el servicio y otras cualidades personales, negativas o positivas. Pero si se cumple el programa que se ha diseñado para lograrlo, los resultados no tardarán en sentirse.

Lo mejor del plan de depuración es que el mismo se desarrollará a la vista de un grupo de testigos de excepción, que asistirán a todas las reuniones de la comisión depuradora y podrán opinar en las mismas. Se trata de representantes de las iglesias Católica y Evangélica, miembros de Participación Ciudadana y de Finjus, representantes de la prensa y también del Conep.

La intención es buena, hay que reconocerlo. Su realización es difícil. Aunemos esfuerzos para que la buena intención prevalezca sobre las dificultades.

(r.molina@verizon.net.do).

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