RAFAEL MOLINA MORILLO
Al más alto nivel, se están tirando las cajas y los cajones. Aunque no lo hacen directamente el uno al otro, los dos personajes cimeros del país en este y el anterior cuatrienio están echando fuego por la boca, mientras la ciudadanía, que observa desde las gradas, se pregunta si la pelea irá en serio o será un show más de la lucha libre televisada.

«Las frutas podridas van a caer», es uno de los gritos de guerra de Leonel, quien además ha acuñado otras tonantes frases como para ser inmortalizadas con letras de oro: «No habrá vacas sagradas», «caiga quien caiga», «cero tolerancia al crimen». (Me parece haber oído antes esas canciones¼ ¡pero démoslas por válidas!).

En la otra esquina, Hipólito no se queda atrás y con voz segura anuncia que dirá «cosas importantes» para enfrentar «a calzón quitao» las mentiras que se dicen o se preparan contra él. (Esta canción también me suena familiar¼ ¿la habré escuchado antes?).

Yo quiero que me reserven un asiento en primera fila, para presenciar el choque. Si no se suspende por cualquier razón, como suele ocurrir en este país, que no es de Alicia, pero sí de las maravillas.

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