Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
En mi columna de ayer cometí un error doblemente astronómico. Primero, por el gigantesco tamaño del error, y segundo porque versó sobre un tema del mundo sideral. Pido excusas espaciales. El primero en alertarme fue Rafael Despradel, a quien doy las gracias por motivarme a buscar más información acerca de la aproximación de la Tierra y Marte, que no será como yo lo conté ayer basándome en informes de hace dos años, sino como lo explico a continuación:
Los planetas Marte y Tierra se acercarán mucho en octubre de este año, no en agosto. Tampoco era correcto decir que la última vez que sucedió algo igual fue hace 5,000 años, pues eso ocurrió exactamente hace dos años. Pero aún así, lo reproducido ayer en este espacio nos brinda la oportunidad de tocar este tema, igualmente interesante. Los astrónomos dicen que los dos planetas mencionados se colocarán a tan sólo 43 millones de millas de distancia, lo que, tratándose del espacio, es muy, muy cerca.
Además, anticipan los sabios que debido a la cercanía del planeta Rojo, como le llamamos sus amigos íntimos a Marte, las noches de este octubre el brillo de dicho planeta va a opacar a todos los objetos del firmamento, con excepción de Venus y la Luna. Así que vale la pena estar atentos. Hecha la aclaración, quedo más tranquilo. No hubiera podido dormir tranquilamente con tanta culpa espacial.
