En su programa televisivo «De medio a medio» de antier, Huchi Lora dedicó un extenso y documentado comentario a los peligros que ofrecen los fuegos artificiales, especialmente en manos de menores de edad. La cantidad de heridos, mutilados y muertos a causa de malfuncionamiento de esos artefactos de ¿diversión? en diversos países del mundo es patética.[tend]

Como muy bien dijo el reputado comentarista, el negocio de los fuegos artificiales, que llega a su pico máximo en la temporada de navidad y año nuevo, ya se trate de fuegos confeccionados en el país o importados, tiene que contar con la complicidad de muchos pejes gordos. Ello así porque de nada valen prohibiciones ni reglamentaciones para detener tan peligrosa costumbre.

Estoy de acuerdo con el vehemente llamado de Huchi a los papás y mamás de tantos niños, jovencitos y adolescentes que se divierten quemando fuegos y provocando ensordecedoras detonaciones, para que suspendan esa práctica de manera radical, si es que de verdad aman a sus hijos. Más vale un pequeño disgusto o un truño pasajero, que tener que lamentar una quemadura, una pérdida de un ojo, una amputación o hasta la pérdida de la vida misma.

Ojalá que el llamado de Lora, del cual me convierto voluntariamente en caja de resonancia, no caiga en oídos sordos. Que muchos padres lo escuchen, le pongan atención y lo propalen entre sus amigos.

Para terminar, una sugerencia para el amigo Huchi Lora: que en estos días navideños repita cuantas veces pueda el comentario de marras en su programa de televisión. Si convence a una persona cada vez, habrá valido la pena.