Mis buenos días
La gran oportunidad de Leonel

Mis buenos días <BR><STRONG>La gran oportunidad de Leonel</STRONG>

RAFAEL MOLINA MORILLO
Este es un país muy especial, donde todos nos tratamos como si fuésemos amigos íntimos aunque nunca hayamos intercambiado una simple palabra. El mejor ejemplo es que al Presidente de la República le llamamos simplemente Leonel, así como antes era sencillamente Hipólito. Sabemos perfectamente a quien nos referimos cuando hablamos de Milagros, de Enmanuel, de Danilo, de Quique, de Narciso, de Orlandito (en el ámbito político), por solo citar algunos casos.

Pero volvamos a Leonel, llamado así, esta vez con tono paternal, casi como si me estuviera dirigiendo a un hijo, o al hijo de un amigo íntimo.

Mira, Leonel, la coyuntura política del momento no puede ser mejor para tí, ahora que tu partido controla no solamente la Presidencia de la República, sino también ambas cámaras legislativas del Congreso, gran parte de los municipios y otras importantes instancias del poder. Has dicho que todo ese poder que tienes en las manos no va a ser usado para avasallar a la oposición ni para pretender hacer lo que te dé la gana con este pueblo que indirectamente te ha favorecido en las urnas. Queremos creerte, pero tienes que demostrarlo, y si lo haces, pasarás a la Historia con merecidos lauros y aplausos.

Para mí, Leonel, lo más importante que has anunciado es lo relativo a las reformas constitucionales. La gran mayoría del pueblo dominicano está de acuerdo en que hay que introducirle cambios a la Carta Magna, pero no todos pensamos en el mismo procedimiento para hacerlo. Tú has adelantado que quieres un consenso nacional, con la participación de todos los sectores sociales, políticos, económicos, religiosos y académicos del país. Interpreto eso como que vas a promover entre tus legisladores, que serán mayoría a partir de agosto, la idea de que renuncien a su facultad constitucional de reformar la Carta Magna, para dejarle esa trascendental tarea a ese consenso nacional que has mencionado, materializado talvez en una Asamblea Constituyente o un organismo similar no contaminado por los intereses partidistas.

Si no lo has pensado, Leonel, te regalo la idea. Esta es tu gran oportunidad para dejar al pueblo dominicano una prueba inequívoca de tu verdadera vocación patriótica. No la desaproveches.

(r.molina@verizon.net.do)

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