Hoy 
POR RAFAEL MOLINA MORILLO
Uno de los índices utilizados por los expertos para medir el grado de desarrollo de un pueblo (o el grado de pobreza, a la inversa) es el del desempleo. Parece que en la República Dominicana estamos muy bien, porque en vez de desempleados lo que tenemos es una escasez de mano de obra.
Eso es lo que se colige cuando uno se entera de que los productores de café de Villa Trina avisan que van a pedir al Gobierno que otorgue un permiso temporal para traer al país un millar de obreros haitianos para la recolección del aromático grano, porque no hay dominicanos para hacer esa labor. O sea, que no hay desempleados en este país.
Después no nos quejemos de que los haitianos le están quitando los trabajos a los dominicanos, puesto que somos nosotros los que les mandamos a buscar. ¿O es que somos haraganes?
