RAFAEL MOLINA MORILLO
Decíamos ayer que no entendíamos por qué, si estamos en austeridad, se malgasta tanto dinero público en trivialidades o en mega-proyectos no prioritarios. A la lista de ejemplos ofrecida ayer, agregamos hoy los siguientes:

¿Por qué existen aun los Ayudantes Civiles del Presidente, cuyos sueldos y emolumentos significan una fuerte sangría para el erario?

¿Por qué y para qué todavía existen los Inspectores de la Presidencia?

¿Por qué hay 31 Gobernadores Provinciales, que supuestamente representan en sus demarcaciones al Presidente de la República, pero que solamente sirven para justificar sueldos que podrían estar dedicados a más maestros o enfermeras que tanta falta hacen en el país?

¿Por qué  destinamos fuertes partidas de dinero a entidades innecesarias o infuncionales como la OTTT, el Inespre, la Oficina Supervisora de Obras del Estado?

¿Por qué tiene que haber Secretarías de Estado de la Juventud, y de la Mujer, si la labor que están llamadas a realizar puede perfectamente  ser ejecutada por cualesquiera otras de las oficinas gubernamentales, sin recargar la nómina pública?

¿Por qué se invierte tanto dinero en la confección y divulgación de comerciales de televisión anunciando lo bien que trabajan los funcionarios del gobierno y los congresistas, como si ello fuera un producto comercial que necesite publicitarse para que la gente lo compre?  

r.molina@verizon.net.do