Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
Quien mucho habla, mucho yerra. Así dice el refrán, y al parecer a los dominicanos nos toca aplicarlo a nuestros presidentes.
Primero fue Hipólito, quien habló hasta por los codos y no pocas veces introdujo el delicado pie.
Leonel, que habla menos cantidad pero más bonito, parece que no quiere quedarse atrás y en su discurso de clausura del VII Congreso del PLD deslizó dos perlas que confirman el refrán.
La primera, al decir que organizar la sociedad es algo que no se hace en cuatro años, ni en ocho. O sea, que apenas está comenzando su gestión constitucional y ya está pensando en quedarse y hasta ir más allá de dos períodos. ¡Y además lo dice, como si quisiera que todo el mundo lo sepa!
La segunda, cuando promete que perseguirá a los corruptos en su gobierno. La pregunta obligada es: ¿Desde cuándo será? ¿Qué espera para comenzar, si ya tiene un año de ejercicio presidencial? ¿O es que dicha persecución comenzará en el segundo período?
Otro refrán dice: Resbalón de pie, percance fue; resbalón de lengua, percance y mengua.
