Hoy 
POR RAFAEL MOLINA MORILLO
Según reseña uno de los periódicos de ayer, los magistrados Nelson Gómez y Rafael Díaz Vásquez, ambos miembros de la Junta Central Electoral, manifestaron que ese organismo del cual ellos forman parte está cansado de oír diatribas e inventos que involucran a los integrantes de dicho tribunal.
Con todo el respeto que se merecen, debo decirles que están equivocados medio a medio. Ni la Junta Central Electoral ni sus miembros pueden cansarse de escuchar lo que se dice de ellos. Tanto la JCE como los jueces que la conforman se deben totalmente al pueblo que, indirectamente, a través del Senado, los eligió para desempeñar una función, y los ciudadanos tienen derecho a pedirles explicaciones, a formularles preguntas y hasta a dudar de sus actuaciones, si fuere preciso.
Por el contrario, lejos de cansarse, la JCE y sus miembros deben estar atentos a todo lo que se dice de ellos, trátese de inventos o de realidades, para despejar dudas y mantener al elevado tribunal electoral en el sitial de transparencia y credibilidad que le corresponde, pero que se empaña fácilmente cuando se prestan oídos sordos a las críticas que provienen de la ciudadanía.
No se cansen de oír al pueblo, señores jueces. Recuerden que ustedes están en la posición en que se encuentran por mandato indirecto de ese pueblo, que es al fin y al cabo, a quien tienen que servir y rendir cuentas.
