RAFAEL MOLINA MORILLO
Después de una larga enfermedad, una mujer muere y llega a los portones del Cielo.
Mientras espera por San Pedro, ella ve a través de las rejas a sus padres, amigos y todos los que habían partido antes que ella, sentados a una mesa, apreciando un banquete maravilloso.
Cuando San Pedro llega, ella le comenta:
«¡Qué lugar tan lindo! ¿Cómo hago para entrar?»
«Yo voy a decir una palabra responde San Pedro-. Si usted la deletrea correctamente la primera vez, entra; si se equivoca, va directo para el infierno.»
«OK, ¿cuál es la palabra?»
«AMOR.»
Ella la deletrea correctamente y pasó por los portones. Un año después, San Pedro le pide que vigile los portones aquel día. Para su sorpresa, aparece su marido.
«¡Hola! ¡Qué sorpresa!» -dice ella-. «¿Cómo estás?»
«¡Ah! responde el hombre-, pues he estado muy bien desde que falleciste. Me casé con aquella bella enfermera que te cuidó, gané la lotería y me hice millonario. Vendí la casa donde vivíamos y compré una mansión. Viajé con mi esposa por todo el mundo. Estábamos de vacaciones, justamente cuando decidí ir a esquiar. Me caí… el esquí me cayó en la cabeza y aquí estoy. ¿Cómo hago para entrar?»
«Yo voy a decirte una palabra responde la mujer-. Si la deletreas correctamente la primera vez puedes entrar, si no, vas directo al infierno.»
«OK, ¿cuál es la palabra?»
«SCHWARZENEGGER».
(Cortesía de Henry Fernández Mirabal).
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