Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
¿Qué diría usted de un Estado que rehúsa aceptar su propia moneda? Tenga cuidado, no escupa para arriba, porque ese Estado es el nuestro.
Esto lo digo porque en las casetas de cobro del peaje instaladas en determinadas carreteras o autopistas, hay unos letreros bien visibles que rezan claramente: Cambio máximo: RD$100. O sea, que los billetes de RD$500, de RD$1,000 y de RD$2,000 no valen ni un centavo para fines de peaje.
Aparte de que resulta ridícula esa disposición (porque hoy día cien pesos es menudo), la misma convierte en letra muerta la inscripción que llevan impresa nuestros billetes de banco, que dice: Este billete tiene fuerza liberatoria para el pago de todas las obligaciones públicas o privadas. No hay excusas, pues, para que en el peaje no se acepten todos los billetes.
Ya es hora de que se corrija esa aberración. O de lo contrario, que se recojan y se incineren todas las papeletas cuyo valor exceda los mentados cien pesos, porque, al parecer, estos son los únicos que valen.
