Hoy 
POR RAFAEL MOLINA MORILLO
Aunque me encuentro en estos momentos en Quito, Ecuador, participando en la reunión semianual de la Sociedad Interamericana de Prensa, no puedo dejar de hacer un paréntesis para comprometer públicamente mi asistencia a la proyección del documental Son nuestras muchachas y muchachos, actividad a realizarse el 03 de abril a la 7:30 p.m. en el auditorio Pedro Mir de la biblioteca de la UASD, como parte de las celebraciones del mes para la prevención del abuso infantil.
Se trata de un esfuerzo extraordinario y desinteresado de los colegas Adalberto Grullón, como director, y Altagracia Salazar, como productora, que pone al descubierto la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes en el país, poniendo de realce los principales factores vinculados a este fenómeno y sus consecuencias a nivel individual y comunitario. Es un poroblema al que generalmente se le pone poca atención.
El documental, según se anuncia, recoge testimonios de víctimas, opiniones de investigadores, funcionarios gubernamentales y trabajadores sociales para conocer de las características de esta forma de abuso, como de las medidas que se toman para enfrentarlo, muy tímidas, a mi juicio. El contenido del video esta reforzado por dos canciones hechas especialmente para dicho material: una de Manuel Jiménez, otra de Enrique Féliz.
La producción audiovisual ha sido auspiciada por el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) del la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y procura contribuir a la toma de conciencia y a la movilización social contra la Explotación Sexual Comercial de menores de 18 años en la República Dominicana.
Al acto de proyección están siendo invitados funcionarios públicos, dirigentes empresariales y sindicales, representantes de organismos internacionales y de organizaciones no gubernamentales, comunicadores sociales, investigadores y a otras personas interesadas en el tema.
Y como dicen los convocantes, el éxito de la actividad dependerá de la asistencia de las personas que poseen especial preocupación por los problemas de la niñez y la adolescencia, y el sano desarrollo y crecimiento de la República Dominicana. Los que quieran confirmar su asistencia pueden llamar al 809-385-0844. Yo, desde Quito, digo desde ahora que allí estaré brindando mi modesto apoyo moral.
