Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
El presidente de la Cámara Administrativa de la Junta Central Electoral quiere reglamentar el uso de los medios de comunicación. ¡Habráse visto cosa igual!
Toda reglamentación implica limitaciones, y eso no va con la libertad de expresión consagrada en nuestra Constitución como uno de los derechos fundamentales del ser humano. Ni la Junta Central Electoral ni nadie tienen derecho a señalar a los medios de comunicación lo que tienen que decir, lo que deben callar o en qué momento suministrar una información. Y mucho menos, por medio de un simple reglamento que chocaría con los principios constitucionales.
Se ha dicho que el pretendido reglamento será sometido a la consideración del pleno de la JCE en el curso de esta semana. Lo primero que se nos ocurre sugerir es que se dé marcha atrás a ese despropósito, y que no se coloque tal asunto en la agenda del organismo electoral. Y lo segundo, en caso de que se persista en el error, es recomendar prudencia y buen juicio a los jueces que componen el pleno, para que preserven la vigencia de la libertad de expresión en todo su esplendor.
Mientras tanto, mucho ojo. Cualquier pellizquito que se le da a la libertad de información, puede ser el comienzo de una dictadura. Y eso no lo vamos a permitir.
