Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
De ahora en adelante, todos somos más pobres. De un solo golpe, como consecuencia de la entrada en vigencia de la ley fiscal.
Con los nuevos impuestos creados, todo subirá de precio, mientras nosotros, la gente común, seguiremos percibiendo los mismos ingresos. El Estado piensa recaudar unos 20 mil millones de pesos en un año con esos impuestos que saldrán de nuestros bolsillos, para cubrir un déficit que nosotros no hemos creado.
De entrada, la mayoría de los bienes o servicios que uno pueda adquirir, costarán un 25% más que antes, consecuencia del ITBIS, con un salto de 12% a 16%. Otros renglones específicos también serán gravados. Pero los ingresos siguen igual.
¿Qué podemos hacer? Apretarnos el cinturón, es lo que aconsejan la prudencia y el sentido de lo práctico. Consumir menos, gastar menos, pasear menos, salir menos de la casa, vivir menos, socializar menos? todo lo que signifique dinero, ¡menos! En pocas palabras, aprendamos a ser más pobres, porque, como dicen los cubanos, ¡esto fue lo que trajo el barco!
Mientras tanto, ¿dónde están los causantes de todo esto? ¿En la cárcel? ¡No, hombre, no! Están mejor que usted y mejor que yo, amigo lector.
